CRISIS EN BOCA Márcico culpó a la dirigencia por el mal momento deportivo El ex emblema de Boca Alberto Márcico vinculó la eliminación frente a River en las semifinales de la Copa Sudamericana con la "mala administración" de la dirigencia, a la que consideró "ciento por ciento responsable" de la crisis deportiva. A su vez, en diálogo con Télam, defendió al centrodelantero Emmanuel Gigliotti, que falló un penal a los tres minutos de juego, y eximió de culpas al DT Rodolfo Arruabarrena, tras reconocer su "excelente trabajo" desde que asumió en reemplazo de Carlos Bianchi.
El "Beto", campeón del torneo Apertura 1992 en Boca, remarcó que durante la gestión del "Virrey" la dirigencia "avaló compras inexplicables" como la de "seis o siete jugadores que se sentaron en el banco" y recién tuvieron protagonismo con la llegada del "Vasco".
"El gran error de la dirigencia fue hacer compras que no debería haber autorizado. Las peores incorporaciones fueron durante el proceso de Bianchi. Hoy gracias a Arruabarrena tenés proyectos de jugadores, cosa que antes no sucedía", analizó.
La revalorización de jugadores, según el 'Beto', circunscribió a "Marcelo Meli, a quién no le pesó llegar a Boca; Nicolas Colazo, un jugador sensacional que antes se había ido a préstamo; y Fernando Gago junto a Andrés Chavez, quienes subieron el nivel".
Justamente, el análisis del ex enganche de Boca, Ferro y Gimnasia de La Plata, lo llevó a opinar sobre la prematura salida de 'Pintita', en el superclásico, producto de un golpe propinado por Ariel Rojas.
"Como decía el gran Timoteo Griguol: 'No hay mejor médico que uno mismo', si a Gago le dolía no podía seguir, porque no sirve de nada quedarse y restarle al equipo si no podes correr una pelota", justificó.
Otro de los hombres apuntados, por los hinchas tras la eliminación, fue Emmanuel Gigliotti, responsable de malograr un penal en el comienzo. "El único que lo puede errar es el que patea. La crítica siempre va a existir, pero no hay que culparlo por la eliminación porque son cosas que pueden pasar".
La ocasión que quedará en la retina del público 'xeneize', y por la que se criticó duramente al arbitro Germán Delfino, se dio a los 30 minutos cuando se anuló el empate transitorio por una posición adelantada inexistente.
Marcico le quitó culpabilidad al juez, "de buen arbitraje", y atribuyó "la confusión al asistente, por haber dos jugadores saliendo de la posición adelantada". Luego, entendió que el déficit de Boca fue "no concretar las jugadas que tuvo pese a haber sido el mejor equipo de la cancha".
"Fue un resultado injusto. Boca debería haberse ido al descanso con un gol de diferencia. Es más, debería haber ganado el partido en el primer tiempo, pero lo perdonó a River. Lo único que se le puede atribuir al equipo fue el desorden del segundo tiempo producto de la desesperación por buscar el empate".
El 'Beto' calificó de "excepcional" la pegada de Leonardo Pisculichi a la hora del gol, y lo marcó como "el mejor jugador" por haber abierto el partido cuando "River no daba tres pases seguidos y sentía el peso de haber perdido la punta del torneo local" el domingo anterior frente a Racing.
Además, entendió "el festejo" de los 'millonarios' porque "esperaron diez años para tener revancha" después de la eliminación en las semifinales de la Copa Libertadores 2004. Y sobre la imposibilidad de haber vencido a River en uno de los ocho superclásicos jugados en 2014, confió en que "el año que viene será diferente".
"Puede pasar, pero el récord de 14 es de Boca", apuntó en referencia a la cantidad de clásicos que estuvieron sin conocer la derrota durante el proceso de Oscar Tabarez entre 1991 y 1993.
Para cerrar vaticinó que "si Boca trae dos refuerzos, uno en el mediocampo y uno en la delantera, logrará tener un equipo tremendo".
Domingo, 30 de noviembre de 2014
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