INVESTIGACIÓN La misteriosa casona que un procesado por el caso Bàez se autocompró para mover millones La historia que involucra a Roberto Erusalimsky, el empresario al cual Leonardo Fariña le vendió la estancia El Carrizalejo, quien apareció en la escucha de los famosos "90 físicos"
Conocido también como MD (Medical Doctor), Roberto Erusalimsky, el interlocutor de Leonardo Fariña en la famosa escucha en la que diagramaban una supuesta operación de lavado de dinero por unos 90 millones de dólares, fue procesado recientemente por el juez Sebastián Casanello junto al empresario Carlos Molinari por ser parte del engranaje societario mediante el ex esposo de Karina Jelinek ingresó sumas millonarias.
Este empresario está señalado como partícipe necesario en los movimientos que Fariña realizó con dinero ajeno. Y sus intentos por despegarse de la ruta de lavado de dinero -la que puso en el centro de la escena a Lázaro Báez- se complican aún más con los reveladores detalles del reciente fallo judicial que da cuenta de una supuesta operación bastante burda y básica que fue detectada por la AFIP y actualmente es investigada.
Erusalimsky se vinculó comercialmente a Fariña en 2012, a través de la operación con la estancia mendocina El Carrizalejo. Durante ese año, el patrimonio neto del empresario aumentó casi $ 20 millones: comenzó con $12.765.224 y el último día de esa temporada su fortuna declarada llegó a los $32.201.915. Para intentar justificarlo, apeló al reparto de dividendos de la compañía AC24 SA (de la cual es accionista mayoritario con el 95%) y, especialmente, a la venta de una casona ubicada en Amenábar 1457, en el barrio porteño de Belgrano. Leonardo Fariña hizo estallar el caso de la ruta del lavado de dinero y desde hace meses se encuentra detenido en Ezeiza Adrián Escandar
El empresario había adquirido dicho inmueble en el año 2011 en una operación de $ 3,7 millones. En septiembre de 2012 se lo vendió a su propia compañía, AC24 SA, por un precio de U$s 4 millones, que al valor del dólar en aquel tiempo ($ 4,69) dan como resultado una ganancia neta de más de $ 15 millones. "Dado que el valor fiscal informado de dicha propiedad no alcanza los $ 200 mil, es llamativa la ganancia patrimonial obtenida: mayor al 400%", enfatizó el juez Casanello en su fallo.
Aquel contrato de compra-venta entre Erusalimsky y AC24 SA, detallaba que la compañía le pagaba al empresario, en el momento de la firma del boleto, u$s 3 millones en efectivo y el saldo, de U$s 1 millón, sería abonado al momento de la escrituración, pactada para el día 30 de abril de 2013, en un banco a designar por Erusalimsky .
En la causa se pudo confirmar que la firma del los papeles de esta operación fue materializada por Erusalimsky a través de un tercero, Héctor Ernesto Casas, quien actuó en representación de la firma AC24 SA, mediante un poder especial, con el fin obvio de evitar que Erusalimsky, que es accionista mayoritario de AC24 SA, sea quien suscriba por ambas partes dicho documento.
Las conclusiones de los analistas de la AFIP, vertidas en la causa, no dejan lugar a segundas interpretaciones sobre estºa maniobra y los posteriores movimientos en la contabilidad de AC24 SA: "La elección de tal medio resulta fraudulenta, ya que se pretende investir de una apariencia de veracidad y bilateralidad a un acto originado en una única voluntad, la del señor Erusalimsky (que actúa por si mismo y a través del referido apoderado) y sin ningún respaldo probatorio, mediante la adopción de una formalidad dirigida exclusivamente a la protección de las partes frente a reclamos recíprocos".
La casona fue adquirida por Euralimsky en $ 3,7 millones, y un año después se la vendió a su propia compañía por u$s 4 millones
Luego Casanello aportó su conclusión sobre lo vertido por los analistas del ente recaudador: "La elección de la modalidad de la cancelación, no sólo contraviene lo establecido en la ley 25.345 –de prevención de evasión fiscal-, por cuanto viola ostensiblemente el límite para transacciones en dinero en efectivo, sino que también, desde la óptica de la AFIP, se explica únicamente en la intención de impedir, en última instancia, la justificación concreta del origen de los fondos, imposibilitando la efectiva acreditación del movimiento del dinerario".
La Afip también pudo determinar que en aquel momento AC24 SA contaba en su haber con bonos BODEN 2015 de cuyas ventas supuestamente se originaría el dinero para adquirir el inmueble de Amenábar 1457.
También surge que en el contrato Erusalimsky incluyó un requisito muy particular: una cláusula de aquel boleto de compra-venta señalaba que era condición de la operación que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires autorizara la demolición total de la propiedad y que el término para obtener dicha autorización se fijaba en un año a partir de la fecha de firma del contrato. De incumplirse esta cláusula, la venta quedaría sin efecto, obligándose el vendedor, o sea Erusalimsky, a devolver el pago en efectivo recibido (U$s 3 millones) , en concepto total y como única indemnización.
La Justicia sospecha que Erusalimsky sabía que su inmueble había sido incorporado al patrimonio arquitectónico de la ciudad y se valió de ello para intentar "marear" los más de $ 15 millones resultantes de la venta
La cuestión se torna más sospechosa al confirmar que a fecha 16 de noviembre de 2011, o sea con 10 meses de anterioridad a la firma del boleto de compra-venta, la Subsecretaría de Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires emitió, con la finalidad de mantener sus valores arquitectónicos, la Resolución 874/SSPLAN/11, en donde decretaba que el inmueble involucrado en la operación quedaba incorporado, en carácter preventivo, al catálogo de inmuebles patrimoniales de la ciudad, lo que imposibilitaba de plano cualquier intención de demolición.
Los movimientos de dinero se enredan aún más cuando el 9 de mayo de 2014, y luego de haberse pagado el monto total de la operación, el contrato es rescindido debido al incumplimiento de esta particular cláusula de demolición. Pero allí el dinero no retorna por la misma vía de efectivo con la que se realizó en su momento, sino que Erusalimsky consignó que el vendedor (o sea él mismo) autorizaba en forma irrevocable al comprador a debitar el saldo de la operación de su cuenta particular en AC24 SA, y a cuenta de futuros dividendos. O sea, la anulación del boleto de compra-venta fue saldada mediante simples registraciones contables de AC24 SA.
La justicia sospecha que Erusalimsky estaba al tanto de que esta propiedad suya había sido incorporada al patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires. El empresario se habría valido de esta información para intentar "marear" los más de $ 15 millones resultantes de la sospechosa operación inmobiliaria y que parte de ese dinero es el que se habría utilizado meses más tarde en la operación de la estancia El Carrizalejo, en Mendoza. El frente de la casona situada en la calle Amenábar
Sin embargo, el pasado 2 de septiembre, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires finalmente quitó la protección a la propiedad de calle Amenábar, al retirarla junto a más de 130 inmuebles que estaban protegidos por la Ley 3056, que protege las propiedades que fueron construidas antes del año 1941.
La conclusión de AFIP también va por la misma línea: "El abuso de estructuras formales para brindar apariencia de legalidad a transferencias injustificadas de divisas, resulta el medio común para la concreción de maniobras ilícitas, ya que el cúmulo de irregularidades advertidas en la contratación entre el Sr. Erusalimsky y la sociedad AC24 SA, resulta injustificable. Es imposible considerar que el Sr. Roberto Jaime Erusalimsky dispusiese en diciembre de 2012 de la disponibilidad física de moneda extrajera suficiente como para afrontar la compra de cinco inmuebles rurales en el Departamento de Tunuyán, provincia de Mendoza, efectuada al Sr. Jorge Leonardo Fariña".
Los últimos dos compradores de esta polémica estancia, Fariña y Erusalimsky, no pudieron justificar ante el fisco el origen del dinero con la que la adquirieron. ¿Quién está detrás de estas operaciones inmobiliarias, tanto en Mendoza como en Buenos Aires? ¿Quién es el verdadero dueño de estas sumas millonarias?
En la causa, esta incógnita sigue siendo un completo misterio. Por lo pronto, Erusalimsky ha sido procesado sin prisión preventiva y embargado por $ 16 millones. Además, Casanello ya pidió al Registro de la Propiedad Inmueble de la ciudad de Buenos Aires, copias de los folios reales y de cualquier otra documentación que posea en relación con esta antigua casona de calle Amenábar 1457.
Martes, 18 de noviembre de 2014
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