PAPA FRANCISCO "El hombre se cree que es Dios, pero es una industria de destrucción" El Sumo Pontífice pidió el fin de la guerra para que niños y débiles no sufran las consecuencias. Cuestionó la cultura del hombre moderno que lo lleva a "devastar la vida, los valores, la esperanza"
El papa Francisco criticó este sábado el "sistema de devastación que impera en el mundo" y que, según dijo, es el responsable del sufrimiento de tantas personas. En una misa celebrada con ocasión del Día de Todos los Santos, pidió que se tenga presente que esa cultura "no es algo del pasado, sino que existe actualmente".
"Somos capaces de devastar la tierra y todo cuando nos rodea", dijo el Papa ante miles de fieles católicos, durante la homilía de la misa, oficiada en el cementerio del Verano de Roma.
Y remarcó: "El hombre se cree que es Dios, que es un Rey. Pero es una industria de destrucción. Es incluso un sistema de vida que lleva a que las cosas no se puedan ajustar (...) y se las excluye: se excluye a los niños, las personas de edad, los jóvenes sin trabajo (...) los pueblos".
"Todos esos niños que sufren, niños hambrientos, niños enfermos, no son niños de otra especie, son seres humanos", agregó.
Francisco pidió a los presentes "orar para que haya paz, para que haya pan, para que haya niños que jueguen con sus abuelos y jóvenes que puedan trabajar" y también para que "nadie sea perseguido por la fe".
"Nuestra actitud debe ser la de caminar al lado del Padre en este mundo de devastación. No será un camino fácil, nos causará problemas, pero es la única manera de que aquellos que tanto sufren puedan ir hacia delante", afirmó Francisco, quien garantizó que ellos serán "santos" en el momento "del encuentro definitivo con Dios".
El papa llegó al cementerio del Verano poco antes de las 16.00, hora local (15.00 GMT) entre las manifestaciones de júbilo de los miles de fieles que festejaron con él el Día de Todos los Santos. Esta es la segunda vez que celebra la misa de Difuntos en el cementerio del Verano, costumbre que ya tuvo Juan Pablo II (1978-2005), y que, sin embargo, abandonó su sucesor, Benedicto XVI (2005-2013).
Este enorme cementerio es el principal de la capital italiana y está considerado un museo al aire libre por el gran número de obras y esculturas de siglo XIX y XX pertenecientes a panteones de grandes familias.
Fue instituido a comienzos del siglo XIX, durante la dominación napoleónica, gracias al Edicto de Saint-Claude que imponía que los enterramientos se llevasen a cabo extramuros de la ciudad y no cerca de las iglesias o en su interior, aunque la edificación fue llevada a cabo entre 1852 y 1871, según el proyecto de Virginio Vespignani.
Desde el año de su inauguración hasta 1980 prácticamente todos los romanos fueron enterrados en este cementerio, con excepción de los papas, los cardenales y los componentes de la Familia Real italiana.
En este cementerio se encuentran las tumbas de personalidades como el poeta Goffredo Mameli (autor de la letra del Himno Nacional italiano), el director de cine y actor Vittorio De Sica, los actores Alberto Sordi y Marcello Mastroianni, el escritor Alberto Moravia y el poeta y escritor Giuseppe Ungaretti, entre otros.
Allí también están enterrados los zuavos pontificios, el cuerpo militar de elite compuesto por combatientes voluntarios, muchos de los cuales murieron en 1870 -en pleno pontificado de Pío IX (1846-1878)- al intentar detener la entrada en Roma de las tropas piamontesas, con la que concluyó definitivamente la unificación italiana.
Sábado, 1 de noviembre de 2014
|