PUNTO DE PARTIDA HASTA EL YOM KIPPUR Con el Año Nuevo la comunidad judía inició diez días de reflexión La comunidad judía de Corrientes celebra la llegada del Año Nuevo, el 5775, que comenzó ayer al atardecer, al compás del “shofar” (instrumento musical fabricado con cuernos) . La celebración del “Rosh Hashaná” marca el punto de partida de diez jornadas de reflexión que culminan con la festividad de “Yom Kippur”, que es el Día del Perdón, cuando se hace un balance de lo vivido y se obtiene la purificación espiritual. “Recibimos al año 5775 con alegría y regocijo, pero también con introspección. Para reflexionar sobre lo vivido el año pasado y lo que nos proponemos para este que inicia. Se realizan oficios en la parte litúrgica y también un festejo familiar con gastronomía judía”, dijo a NORTE de Corrientes el rabino Marcelo Wajcer. Para esta festividad, las familias se reúnen y se realiza una cena, donde se elaboran comidas típicas de la celebración. “Se preparan manzanas y miel, que simbolizan la dulzura. La miel significa el augurio de un próximo año dulce y placentero. Se come granada como símbolo de ser fructíferos durante el año, para que se realice la misma cantidad de acciones que semillas tiene la fruta. También el pan jalá”, comentó el rabino. La religión judía sostiene que sus devotos deben responder ante Dios, ante sí y ante los otros, por lo malo que hayan hecho o lo bueno que omitieran hacer. Las ofensas a Dios son perdonadas por Dios y las hechas contra sí mismo o el resto de los mortales, por la propia conciencia; pero recibir el perdón de los semejantes, dependerá de la voluntad de cada ofendido. De tal forma, el balance no se hace en la vejez, al finalizar la vida, sino cada año nuevo, y esto tiene el sentido de querer avanzar, un poco cada vez, en el camino de la rectitud. Rosh Hashaná plantea así, mediante el juicio anual, un camino hacia la virtud. Entre el Rosh Hashaná (en hebreo, cabeza de año) y el Día del Perdón transcurren diez días de arrepentimiento que conducen a una pacificación espiritual. Los judíos celebran su Rosh Hashaná con la casa limpia de toda miga y una mesa muy bien servida, sobre mantel nuevo, en la que se destacan los dulces, para que así sea también el sabor del año que se inicia. Rosh Hashaná y Yom Kipur forman una unidad llamada Iamim Noraim (fiestas austeras). Son días de arrepentimiento y de balance de los actos y de las acciones realizadas. Por eso en Yom Kipur se acostumbra a pedir perdón por los pecados cometidos, comprometiéndose a no repetirlos. Esa noche se pide perdón y cada uno tiene el deseo de reconciliarse con quienes está enemistado.
Jueves, 25 de septiembre de 2014
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