GOYA 50 años de sacerdocio del Monseñor Faifer El Obispo de Goya, Ricardo Oscar Faifer, estuvo rodeado de fieles, de amigos y familiares; de siete Obispos y sacerdotes. Una numerosa delegación de Gualeguaychú se hizo presente. Recordó a su familia, y sus primeros años, cargados de momentos felices, aseguró. Dijo que se sintió siempre amado por Dios y la gente. Encomendó la diócesis a la Virgen. Rodeado de gente, muchas de ellas venidas desde lejos y desde su Gualeguaychú natal, monseñor Ricardo Faifer, celebró su Jubileo Sacerdotal, al cumplirse 50 años de su ordenación presbiteral. Gratitud fue la palabra que más repitió durante su homilía de la misa que presidió en la Iglesia Catedral de Goya, acompañado por varios obispos y decenas de sacerdotes. Recordó a su familia, especialmente a su hermana Renée, quien falleciera el día anterior. Encomendó a la diócesis al cuidado de la Virgen María, a quien entregó los “proyectos y esperanzas” de la gente.
Delegaciones de distintas localidades de los siete departamentos que integran la diócesis de Goya, que lo tiene como pastor desde el 2002; y también de Gualeguaychú, su tierra natal donde sirvió pastoralmente como sacerdote durante muchos años, estuvieron presentes en la celebración eucarística. Estuvieron además, jefes comunales de distintas localidades de la diócesis. También hasta allí llegaron para acompañarlo, los Arzobispos de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik; y de Resistencia, monseñor Ramón Dus; y los obispos de Santo Tomé, monseñor Hugo Santiago; de Reconquistas, monseñor José Macín; de Bariloche, monseñor Juan José Chaparro; monseñor José Lorenzo Sartori, emérito de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña; y monseñor Fernandor Maletti, de Merlo, Moreno.
HOMILIA
En la primera parte de su mensaje, monseñor Faifer, hizo referencia a la fiesta de la Asunción de María al cielo que se celebró el viernes.
Luego, con la humildad propia de su persona, habló de su aniversario, señalando que “si hago referencia a mi vida y ministerio no es para copar el centro de la escena, sino para destacar el amor más grande de Dios y de quienes estuvieron relacionados conmigo”.
Al evocar su camino, y a las personas que lo acompañaron en el, Faifer dijo “porque quiero ser ‘memorioso’ para ser ‘agradecido’, en la tarjeta recordatoria de este aniversario, así me expreso: “El Señor me ha ‘primereado’ en el amor (I Jn.4,10). Es justo que reconozca su Misericordia, su Fidelidad y su Providencia; y que proclame, con palabras del canto de la Virgen, que ‘el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas’ (Lc. 1,49). Por eso, doy gracias al Señor y a todos los que fueron reflejos de su bondad y de su amor para conmigo. ¡Gracias! ¡Muchas Gracias!”.
Recordó su Bautismo en la Catedral “San José” de Gualeguaychú, su llamado a ser Sacerdote a los once años; y aquí, expresó: “Le pido al Señor por los jóvenes a quienes también hoy llama: que sepan escucharlo y tengan el coraje de responderle”. También rememoró sus dos años de estudio en Roma, donde vivió la universalidad de la Iglesia en los años 1964 - 1965, durante las dos últimas sesiones del Concilio Vaticano II. Al despedirme de Roma, pude saludar personalmente a Su Santidad Pablo VI y me quedaron grabadas sus palabras: “Sea fiel, pero fiel de corazón. Ame la Iglesia”.
Faifer, contó que fue “muy feliz siendo Párroco de San José de Galarza durante 4 años; en Gualeguaychú 20 años en Santa Teresita, donde tuve la gracia de bautizar a tres que ya son sacerdotes y un seminarista, y 5 años en la Catedral San José”.
“PARA SERVIR”
Al ser llamado en 2002, “con la Gracia del Episcopado en la querida Diócesis de Goya. He querido vivir mi Ministerio entre ustedes bajo el Lema: “Para servir”. Aquí, aprendí de la gente a confiar más en la Santísima Virgen María, bajo la advocación de la Tiernísima Madre de Itatí. ¡He recibido tanto amor! ¡Cómo no agradecer!”.
Aseguró que todos los que lo ayudaron en este camino, “están presentes en mi memoria una larga cadena de rostros y de nombres, a quienes les debo gratitud”. Habló de obispos, sacerdotes, religiosas y religiosas; y catequistas; “tantos jóvenes entusiasmados con Jesús y familias cristianas. En fin, tantos laicos, imprescindibles para la Iglesia y para el mundo. Me sería imposible nombrarlos a todos. A todos sí les agradezco inmensamente su presencia, su acompañamiento, su oración”.
Y al finalizar su mensaje, manifestó, “porque tenemos la certeza de la intercesión de María ante su Hijo, quiero poner también bajo su cuidado maternal a todos ustedes, queridos amigos y especialmente a nuestra Diócesis de Goya”, y elevó una plegaria.
Monseñor Faifer recibió luego el saludo afectuoso de los cientos de fieles que lo acompañaron en la celebración. Se compartió luego una cena, donde se sucedieron las muestras de cariño hacia el Pastor goyano. La velada estuvo animada por la voz y la música del padre Julián Zini y otros conjuntos musicales.-
Domingo, 17 de agosto de 2014
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