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AUN NO HAY DETENIDOS Imputan a capataz de una quinta por la muerte de una niña en Mburucuyá Se trata de Faustino Mendoza, quien fue acusado del delito de homicidio culposo. Es el capataz de la quinta citrícola donde en septiembre murió Rocío Pared de 12 años, tras haber consumido una mandarina fumigada con un agroquímico. El responsable del campo ubicado en la localidad de Mburucuyá, Faustino Mendoza, fue imputado y citado a indagatoria para mediados de noviembre en la causa que investiga la muerte de una niña de 12 años tras consumir una mandarina fumigada con Furadan. El agrotóxico, cuya aplicación se realizó en una quinta citrícola por donde Rocío Pared pasó con un primo, fue hallado en las manos y en la boca de la víctima, según corroboró la fiscalía luego de la autopsia de la niña.
“En principio trabajamos sobre la base de que este agrotóxico Furadan era un agroquímico prohibido en la región, pero luego de averiguaciones llegamos a la información de que no es un producto prohibido sino de uso restringido, lo que cambia mucho la situación”, sostuvo el fiscal de la causa, Osvaldo Ojeda. “El uso imprudente del producto es lo que genera este resultado y a partir de eso estamos trabajando. De allí que la imputación sea por homicidio culposo, lo que no quiere decir que en el transcurso de la investigación se pueda cambiar la calificación legal”, sostuvo el funcionario. A su vez, el fiscal reclamó celeridad para la remisión de más pruebas, ya que “los informes tendrían que estar agregados al momento que se haga la imputación en concreto a la persona que venga a declarar”. Ojeda reveló también un detalle llamativo de la causa: “La familia no se ha presentado como querellante. No hay nadie, estoy solo”. Cabe recordar que el día de la tragedia ocurrida el 9 de septiembre, la pequeña Rocío y su sobrino (de 10 años) estaban yendo a catecismo cuando encontraron una mandarina tirada al borde del portón principal de la empresa y la ingirieron. Nunca ingresaron al establecimiento citrícola. Rocío quedó casi paralizada y así comenzó la pesadilla. Su sobrino, también con cólicos, pudo llegar a su casa y alertar a la familia de lo sucedido. Según el abogado que representa a la familia, la empresa sería propiedad de Luis Brest, quien además tendría una plantación de arándanos y otra de tomates y pimientos. Tras la tragedia “los empleados fueron trasladados de uno a otro establecimiento”, explicó. La hipótesis que manejan es que las mandarinas eran transportadas en un camión hasta el establecimiento de arándanos, “un productor declaró que llevaban un cajón lleno y pudo haberse caído una mandarina”.
Viernes, 27 de octubre de 2017
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