114º ANIVERSARIO DE LA CORONACION Stanovnik pidió por la seguridad, la paz, el diálogo y la responsabilidad social Lo hizo durante su homilía en la misa central celebrada ayer en el atrio de la Basílica. Estuvieron presidenciables, el Gobernador, intendentes, legisladores nacionales y funcionarios. El arzobispo habló de alarmas que se hacen sentir en el país, como la droga, el narcotráfico y la violencia. Dijo que ciudadanos y dirigentes deben comprometerse para frenarlas, cada uno desde su lugar.
Miles de fieles -se estima que más de doscientos mil- estuvieron en Itatí para participar de los festejos por el 114º aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen. Hubo festivales, música y bailanta, procesión náutica y celebraciones litúrgicas. En la misa central el arzobispo hizo referencia a la seguridad, la paz, el diálogo y la responsabilidad social. Dijo que es responsabilidad de todos, ciudadano y dirigentes, comprometerse a poner freno a las alarmas que se hacen sentir en el país, como la droga, el narcotráfico y la violencia. De la ceremonia participaron el gobernador Ricardo Colombi, jefes comunales, legisladores y funcionarios nacionales y provinciales. Improvisados campamentos configuraban un colorido paisaje en la localidad que recibió, se calcula, más de doscientos mil visitantes. Vehículos de todo tipo, carretas, caballos y micros de larga distancia inundaban las calles del pueblo. Se entremezclaban con los más variados puestos callejeros que ofrecían todo tipo de productos y alimentos. Importante presencia de la Policía se observaba en cada arteria, y un amplio dispositivo sanitario con equipos de Salud Pública y de la Cruz Roja.
La jornada A las 10.30, la imagen peregrina de la Virgen salió del templo para ir al encuentro de la Virgen de Caá Cupé sobre el río. Desde allí, juntas, acompañadas por el arzobispo, sacerdotes y autoridades civiles, y escoltadas por miles de peregrinos, realizaron la procesión en torno al santuario. Pasado el mediodía, bajo un cielo cálido y limpio, se celebró la eucaristía en el atrio, con una plaza -libre de puestos comerciales- colmada de fieles. Las más diversas y sentidas muestras de fe pudieron verse durante la celebración, que se reiteraron en cada misa que se ofició en la jornada.
Fundadora de pueblos Durante su homilía, monseñor Stanovnik resaltó la belleza y la importancia de María en la vida de los creyentes. Entre otros conceptos, la describió como el cofre donde se guarda un sagrado acuerdo: el que hizo Dios con los hombres. Además, señalando que en 2015 el pueblo de Itatí cumple 400 años, expresó: “Cumpliremos aquí cuatro siglos de la fundación del pueblo; la Virgen de Itatí estuvo antes, formando a este pueblo para que llegara el momento de institucionalizarse. María fundadora de pueblos”, y agregó, “por eso nos hace sentir pueblo, nos hace sentir hijos y hermanos”. Dijo que los presentes, venidos desde los lugares más diversos, se unen para honrar a la “pura y limpia concepción”, como lo han hecho tantos peregrinos a lo largo de la historia. Triste coyuntura Momento después el arzobispo se refirió a los que se vieron afectados por la creciente del río. “Luego del emocionante encuentro que vivimos en medio de las aguas de este majestuoso, bello y a veces temible río Paraná, antes de continuar quisiera recordar y hacer memoria de nuestros hermanos que padecieron este aspecto del río, este aspecto temible, los que han tenido que abandonar sus casas vivieron las consecuencias de tener que evacuarse, pero agradecemos a Dios este año la solidaridad de muchas instituciones del Gobierno provincial, de los municipios, asociaciones privadas, que socorrieron, atendieron y estuvieron cerca de las familias de hermanos que han tenido que buscar refugio”. Después se refirió a un fatal accidente ocurrido horas antes. Monseñor habló del “luctuoso suceso que ocurrió en la ruta de Mercedes, allí donde se venera al Gauchito Gil, con -iba a decir poca seguridad y me quedo corto-, con ninguna seguridad para atravesar esa ruta. Descendiendo de un micro que estacionó en las inmediaciones, pasó un camión que no habrá pasado por primera vez por allí, a una velocidad fuera del límite y atropelló a personas jóvenes. Vamos a recordarlas y a encomendarlos a la misericordia de Dios, y sobre todo a sus familias”.
Compromiso Más adelante, reflexionando acerca de las lecturas bíblicas escuchadas, Stanovnik afirmó que los creyentes “creemos firmemente en un Dios que salva y libera. María es el lugar, la tierra donde Dios actúa, protegiéndola a ella y a su hijo”, y así, cada uno. Resaltó que desde esa seguridad “sabemos que el mal fue vencido; sin embargo, si nos descuidamos, si nos apartamos de Dios, podemos caer fácilmente en las garras del mal”. Esto se experimenta, explicó, “en nuestra historia colectiva y en la de cada uno. Recordemos que en nuestra bella patria, esto amenaza a su pueblo. Se dispararon alarmas sobre peligros graves que son una amenaza. La droga y el narcotráfico, se ha constatado con dolor que la Argentina está enferma de violencia”. Y advirtió, “no son los únicos síntomas que nos preocupan, son los más graves. Si la dirigencia no toma cartas en el asunto, estas situaciones de violencia se irán agravando”. Aclaró entonces que “todos estamos implicados, todos tenemos responsabilidades, cada uno desde su medio está comprometido a desactivar conductas de violencia; en la pareja, la familia, en la calle, la escuela, el negocio, en el trabajo, en la función pública y en nuestras comunidades cristianas”. Para el Stanovnik, “todos estamos involucrados en promover una cultura de paz y encuentro, aunque no todos tenemos los mismo grados de responsabilidad. A la dirigencia, en cualquier ámbito, social, político o religioso, nos compete educar y educarnos para el diálogo abierto y sincero, y el apego ejemplar a la ley”.
Jueves, 17 de julio de 2014
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