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ITALIA Gentiloni pidió ayuda a la Unión Europea tras la llegada de 12.000 inmigrantes en 48 horas El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, pidió ayuda a los líderes europeos para gestionar la emergencia migratoria en su país, un día después del desembarco, en el sur de Italia, de más de 12.000 migrantes y refugiados rescatados en el mar Mediterráneo.
"El mensaje no es el de un país que quiere infringir las reglas ni abandonar su posición humanitaria; es un país bajo presión que pide una contribución de nuestros aliados europeos", manifestó Gentiloni en una rueda de prensa junto a líderes europeos del G20 en Berlín. El primer ministro italiano anunció ayer que 12.000 personas habían sido rescatadas en las últimas 48 horas en diferentes operaciones en el mar Mediterráneo.
Y hoy, otras 4.000 personas desembarcaron en puertos del sur de Italia, tras ser socorridos cuando intentaban alcanzar las costas europeas.
Con la llegada del verano europeo están aumentando exponencialmente las llegadas de refugiados y solicitantes de asilo que escapan de los conflictos armados en Medio Oriente y el norte de África.
La prensa italiana reveló ayer que el gobierno evalúa cerrar las rutas a las ONGs que patrullan el Mediterráneo para rescatar a las embarcaciones que salen de Libia, aunque seguirían circulando las de la agencia de la Unión Europea (UE), Frontex.
Hoy, Gentiloni denunció la "contradicción" de que Bruselas colabore en esas misiones navales en el mar Mediterráneo pero abandone a Italia en la acogida y subrayó que el incremento de los flujos migratorios "pone en cuestión" la capacidad de absorción del país.
La crisis migratoria que comenzó en 2015 sacó a flote las diferencias entre los países de la UE.
Italia y Grecia, por tener sus costas cerca de Libia el primero y de Turquía el segundo, son los que más han asumido el costo de la crisis, que cada año estalla con más fuerza cuando el verano boreal comienza a acercarse.
Bruselas se comprometió a hacer un reparto por cuotas entre todos los socios del bloque, lo que provocó el estallido de otra crisis -interna- debido al rechazo de varios países que levantaron alambrados y muros para cerrar el paso a los inmigrantes que, en su mayoría llegan a Europa escapando de los conflictos armados en Siria, Irak, Afganistán y Libia.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, aseguró que Bruselas es consciente de que no puede dejar solos a Grecia e Italia que "son los verdaderos héroes en la acogida de refugiados".
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió a cumplir con la parte que le toca a Francia, aunque intentó devaluar el debate con el argumento de que el 80 % de quienes llegan a las costas italianas lo hacen empujados por motivos económicos y no políticos.
"No se puede asumir la miseria de todo el mundo", afirmó el presidente galo tras considerar que "son dos realidades que no deben mezclarse" porque hacerlo derivará en "una situación totalmente descontrolada".
Además, abogó por sellar un acuerdo con los países africanos similar al firmado en marzo de 2016 con Ankara, según el cual por cada inmigrante que Europa deporte desde las islas griegas a Turquía, Bruselas acogerá a un refugiado de manera legal.
Ese acuerdo redujo las llegadas a Grecia por el mar Egeo pero está lejos de ser la solución a la crisis.
Atenas sigue alojando en enormes e improvisados campamentos a miles de personas y Turquía ha devuelto a los solicitantes de asilo a países donde corrían peligro de sufrir graves violaciones de derechos humanos, como Siria, Irak y Afganistán, según denunció Amnistía Internacional.
Merkel también abogó por buscar una solución al problema a través de un acuerdo con Libia, aunque -a diferencia de Macron- remarcó que en ese país del norte de África se requiere una solución política.
"Alemania va a ayudar a Italia en la superación de los problemas; sabemos de qué se está hablando", aseveró Merkel citada por la agencia de noticias EFE.
Además, subrayó que no se puede aceptar "que la ilegalidad se convierta en la normalidad" y que sigan muriendo seres humanos en el Mediterráneo y abogó por buscar "soluciones legales".
El Ministerio del Interior de Italia informó ayer que desde principios de año han desembarcado en las costas italianas 76.873 personas, un 13,43% más respecto a los 67.773 que lo hicieron en el mismo periodo del año pasado.
Por su parte, la Guardia Costera italiana informó hoy que 4.000 inmigrantes fueron rescatados hoy en el mar Mediterráneo y trasladados a puertos italianos.
Las embarcaciones que participaron en la operación coordinada por el Guardia Costera eran de las organizaciones humanitarias Médicos Sin Fronteras y Save the Children y de los gobiernos de España y Malta en el marco de una operación de Frontex.
Viernes, 30 de junio de 2017
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