BÈLGICA La OTAN aceptó ser parte de la coalición contra el Estado Islámico en Siria e Irak La decisión la tomaron los 28 jefes de estado y de gobierno en la primera sesión de este tipo a la que asiste el presidente estadounidense, Donald Trump, quien participó de la inauguración de la nueva sede de la organización. Trump, que insiste en que las cargas de la organización están pesando sobre los Estados Unidos de un modo injusto, no se privó de decir en ese momento que no quería saber cuánto había costado el edificio.
Además, junto a su par británica, Theresa May, el magnate estadounidense captó la atención de la prensa a la entrada a la cumbre, después de que la premier británica expresara su disgusto por filtraciones de información relativa al reciente atentado en Manchester -que Londres remitió a Washington- a la prensa estadounidense.
Durante la inauguración de la nueva sede de la OTAN, May estuvo sentada junto al presidente estadounidense, y las cámaras la captaron hablando con él con gesto amigable.
En cuanto a la mayor eficacia en el combate al "terrorismo", como le reclamó Trump, la OTAN se convertirá en miembro de la coalición encabezada por EEUU contra el Estado Islámico en Irak y Siria. Hasta ahora cada uno de los 28 miembros solo la integraba a título individual.
La OTAN, sin embargo, no tendrá dentro de esta coalición ningún papel de "combate", según había adelantado ya su secretario general, Jens Stoltenberg.
Además, los líderes aprobaron que la Alianza aumente su apoyo práctico a la coalición: el avión de vigilancia Awacs de la OTAN, que ya le ofrece información desde el aire, incrementará sus horas de vuelo, habrá más intercambio de información y los aliados prestarán capacidades de reabastecimiento en vuelo.
Como parte también del plan para reforzar sus actividades contra el terrorismo la OTAN creará una célula de inteligencia que estará situada en su cuartel general.
Esta célula compartirá información, entre otros asuntos, sobre combatientes extranjeros, y nombrará a un coordinador especial antiterrorista.
Por otra parte, los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica se mostraron conformes en reforzar su compromiso con la promesa que hicieron en la cumbre de Gales de 2014 de llegar en una década al objetivo de destinar el 2 % del PIB a gastos de defensa.
El gobierno de Trump había insistido en un "reparto más justo de las cargas" y había pedido planes nacionales para finales de año en los que los países detallaran cómo llegarían a ese objetivo cuyo plazo de cumplimiento, por el momento, no se adelantará.
La crítica iba dirigida especialmente a Canadá y a la mayoría de aliados europeos, los cuales invirtieron el 1,47 % de su PBI en gasto militar en 2016, según estimaciones de la OTAN, aunque el conjunto de sus miembros aumentó el presupuesto en Defensa un 3,8 %.
A partir de ahora, los aliados deberán informar no solo de sus presupuestos militares, sino también de sus planes de participación o sus contribuciones a las operaciones de la OTAN.
La sesión de trabajo se había iniciado subrayando la "unidad" y la protección mutua que se prestan los 28 países aliados, informó la agencia de noticias EFE.
Por último, señaló que Rusia "siempre está en la agenda de la OTAN" y que los líderes hablarán de ello, teniendo en cuenta que el refuerzo emprendido por la Alianza en el este de Europa "responde a la agresión rusa en Ucrania".
Indicó que mantendrán el "fuerte mensaje de que necesitamos disuasión y diálogo" con Moscú.
Viernes, 26 de mayo de 2017
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