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OPINIÒN Macri: "Estamos haciendo lo que había que hacer para que el mundo confíe en los argentinos" Todos necesitamos de otros para crecer, para desarrollarnos. Con los países pasa algo similar: para que los argentinos podamos tener más y mejores trabajos, más energía e infraestructura, mejor acceso a la educación, a la salud y a la cultura, es necesario hacernos un lugar en el mundo.
Y la Argentina es un país que le puede ofrecer mucho al mundo. Durante las últimas semanas recibimos en Buenos Aires al presidente italiano y visitamos Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, China y Japón, y en junio recibiremos a la canciller alemana Angela Merkel. En estos encuentros, con cinco de los países más influyentes del planeta, el principal mensaje que llevamos y que vamos a llevar es que no existe en el mundo un país con más potencialidad de crecimiento que el nuestro.
Los argentinos tenemos talento y recursos naturales maravillosos, pero lo que esperan de nosotros es que seamos creíbles, confiables y predecibles. Tenemos que entender que no podemos apostar más al atajo porque en el largo plazo vamos a salir perdiendo. La clave es la integración inteligente con el mundo, una integración gradual y siempre constante.
Por eso, en el último año y medio impulsamos una agenda internacional dinámica. Cerramos el problema con los holdouts y resolvimos problemas pendientes con países con los que nos unen la cercanía y el afecto, como Uruguay, Chile y Paraguay.
Con Brasil empezamos a dinamizar el Mercosur y plantear una agenda de negociaciones con la Unión Europea y de acercamiento con la Alianza del Pacífico.
Más de quince mandatarios y más de cien líderes del ámbito público y privado han visitado la Argentina y continúan los anuncios de inversión. Además, fuimos sede de la conferencia regional del Foro Económico Mundial, seremos sede de la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio y en diciembre próximo asumiremos la presidencia del G20, el foro más importante del mundo.
En mi viaje por Estados Unidos percibí más confianza hacia la Argentina. Además, detectamos un gran interés para invertir en Vaca Muerta, lo que significará empleo y crecimiento para los neuquinos y la región.
A mi regreso, nos visitó, por primera vez en 16 años, un presidente italiano, en una muestra de afecto y confianza de un pueblo tan cercano para los argentinos. Su delegación incluyó a más de 50 pequeñas y medianas empresas que van a contribuir a nuestra meta de reducir la pobreza. También logramos un acuerdo para trabajar en conjunto contra el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo.
Finalmente, la semana pasada visité, además de Emiratos Árabes, China y Japón, dos de los países más importantes, junto a la India y Corea del Sur, en un continente que presenta enormes oportunidades para la Argentina.
El presidente Xi Jinping me comentó que China activará los mecanismos para comprar a nuestro país una mayor cantidad de alimentos con valor agregado. De esta manera, vamos a avanzar en el proceso de pasar de ser el granero al supermercado del mundo, aportando trabajo y valor argentino a los productos que nacen de nuestra tierra. En Japón, además de tener muy buenas reuniones con el primer ministro Abe y empresarios, recibimos la excelente noticia de que Toyota aumentará 30% su producción en Zárate y que Nissan -que está haciendo una inversión muy importante en su planta en Córdoba para fabricar miles de camionetas por año- va a seguir invirtiendo para aumentar la producción en la Argentina.
Quiero decirles que en cada reunión, en cada encuentro con distintos líderes, pensaba: “qué ganas de compartir esto con los argentinos, qué ganas de contarles todo el entusiasmo que existe en el mundo por esta nueva etapa”.
Es que en el campo internacional también estamos haciendo lo que había que hacer para generar oportunidades de crecimiento para cada argentino.
Esta semana me llegó una mail de Alejandro, el presidente de una empresa familiar que produce helados desde hace más de 100 años. Alejandro me contó que el año pasado hicieron su primera exportación, nada menos que a China. Se asociaron con una empresa de ese país y ahora se puede comer algo tan argentino como el almendrado en Beijing, Shanghái y Changsha. Hoy estamos trabajando para que más historias como la de Alejandro sean posibles.
Hacernos ese lugar en el mundo es tarea de todos los argentinos. Lo que históricamente nos faltó fue trabajar en equipo, entender el valor del cumplimiento, de la palabra, de asociarnos entre nosotros y con el mundo entero. Eso es lo que decidimos cambiar. Y este camino va a llevar un tiempo, pero tenemos que estar seguros de que cada día vamos a estar un poco mejor.
Las visitas del último mes son una muestra de que el mundo comienza a confiar en los argentinos; ahora depende de nosotros cumplir nuestros compromisos, ser serios y previsibles pero también creativos e innovadores. Hagamos juntos que esa nueva confianza se transforme en oportunidades para que cada argentino pueda desarrollarse y concretar sus proyectos. Hagámonos juntos un lugar en el mundo.
Domingo, 21 de mayo de 2017
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