Estados Unidos Trump se defiende ante la polémica por la información que compartió con Rusia El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la Casa Blanca quedaron otra vez a la defensiva ante críticas del propio oficialismo republicano y preocupaciones de aliados internacionales luego de que medios de comunicación locales afirmaran que el mandatario compartió información de inteligencia con funcionarios rusos. El escándalo creció aún más cuando el diario The New York Times agregó que hace unos meses Trump le había pedido al entonces director del FBI, James Comey, que abandone la investigación contra el primer asesor presidencial de Seguridad Nacional que tuvo el magnate, Michael Flynn, quien renunció luego que se comprobaron sus encuentros secretos con el embajador ruso en Washington.
"Espero que puedas dejarlo pasar", le habría dicho Trump a Comey en una reunión posterior a la renuncia de Flynn, según un memo que más tarde escribió el director del FBI, en el que dejó constancia de las interferencias presidenciales, y que mostró a varios de sus colegas en la fuerza de seguridad, quienes luego lo denunciaron, de manera anónima, al diario estadounidense.
La tensión es tal en Washington que la Casa Blanca no tardó ni una hora en contestar.
"El presidente nunca le pidió a Comey ni a alguien más suspender una investigación, incluida cualquiera investigación que involucrara al general Flynn. (...) Esta no es una descripción real o correcta de la conversación que mantuvieron el presidente y Comey", informó la Casa Blanca en un comunicado.
Pero esta nueva denuncia periodística no hizo más que avivar el clima de desconfianza y la lluvia de rumores que dominan Washington.
El escándalo explotó de manera definitiva cuando Trump despidió a Comey, el funcionario encargado de investigar la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016. Ayer, la nueva información sobre Trump y Rusia publicada por el diario The Washington Post echó aún más nafta al fuego que acosa a la Casa Blanca, ya acostumbrada a tener que dar explicaciones.
Trump recibió la semana pasada en el Despacho Oval al canciller ruso, Serguei Lavrov, y hoy admitió, en la red social Twitter, que compartió con él información sobre el "terrorismo" del grupo islamista Estado Islámico (EI), al enfatizar que tiene el "derecho absoluto" de hacerlo.
"Como presidente, quería compartir con Rusia (en una reunión programada oficialmente en la Casa Blanca), lo que tengo el derecho absoluto de hacer, hechos relacionados con el terrorismo y la seguridad de vuelo de las líneas aéreas", tuiteó el mandatario.
Además, alegó que lo hizo por "razones humanitarias", porque quiere que "Rusia intensifique su lucha contra EI y el terrorismo".
El artículo de The Washington Post, reafirmado después por otros medios estadounidenses con sus propias fuentes, afirmó que Trump proporcionó a Lavrov información relativa a la posibilidad de que los yihadistas del EI utilicen computadoras portátiles para realizar algún tipo de atentado en vuelos comerciales.
Esa información fue facilitada por un país aliado de Estados Unidos y su contenido es tan secreto que ni siquiera otros de sus socios han recibido ese tipo de datos, aseguró el diario capitalino.
The New York Times aseguró hoy que la información secreta que Trump compartió con Rusia había sido aportada por Israel y que este país ya pidió a Washington que sea cuidadoso con los datos de inteligencia a que tiene acceso el presidente. En sus tuits, Trump no se pronunció hoy sobre si la información que dio a Lavrov era secreta y tampoco la Casa Blanca ha negado que fuera clasificada.
Al ser preguntado sobre el tema en la Casa Blanca durante la declaración que ofreció junto al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Trump se limitó a decir que tuvo una reunión "muy, muy exitosa" con Lavrov, informó la agencia de noticias EFE.
Mientras, el principal asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el teniente general H.R. McMaster, aseguró hoy que él estuvo presente en la reunión con Lavrov y que Trump no hizo nada "inapropiado" ni puso en riesgo la "seguridad nacional".
Según McMaster, que compareció ayer y de nuevo hoy ante los periodistas, la información que Trump dio a Lavrov fue "totalmente apropiada" dado el contexto y los objetivos del mandatario.
Sin embargo, el asesor no respondió a una pregunta sobre si la información compartida por Trump era o no secreta. "No decimos qué es clasificado y qué no es clasificado", defendió McMaster, quien añadió que "de ninguna manera" Trump "comprometió a fuentes o métodos" de obtención de esa información en su conversación con Lavrov.
De hecho, McMaster precisó que Trump "ni siquiera estaba al tanto" de la procedencia de la información que suministró.
El asesor indicó, por otro lado, que en cuanto se le comunicó a Trump que había roto el protocolo con la divulgación de esa información, funcionarios de la Casa Blanca se pusieron en contacto con la comunidad de inteligencia para contener cualquier posible daño.
Por su parte, Rusia rechazó hoy como "completamente sin sentido" las informaciones sobre la reunión de Trump con Lavrov, y la portavoz de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, recomendó no leer periódicos de Estados Unidos, ya que, según dijo, es algo que "ya no es solo perjudicial, sino también peligroso".
En el Congreso estadounidense, en tanto, legisladores republicanos y demócratas expresaron su preocupación.
El senador republicano John Mccain dijo que las informaciones eran "profundamente perturbadoras" y podrían afectar la disposición de los aliados de Estados Unidos a compartir información de inteligencia.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, pidió "menos drama" a la Casa Blanca para poder avanzar en temas como la reforma fiscal y la derogación de la ley sanitaria del ex presidente Barack Obama.
Mientras, el líder de la minoría demócrata del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, exhortó a la Casa Blanca a publicar las transcripciones de la reunión de Trump con Lavrov y argumentó en declaraciones ante el pleno que el gobierno del magnate sufre "una crisis de credibilidad".
Schumer pidió que la información sea puesta a disposición de los comités de inteligencia de la Cámara Baja y el Senado, que están liderando por separado las investigaciones sobre la intromisión de Rusia en la campaña de 2016.
A su vez, un importante diplomático de la OTAN, citado sin dar identificación por la agencia de noticias Reuters, señaló que "si es cierto, esto no va a generar confianza en aliados ya temerosos de compartir la información más sensible". Sin embargo, los aliados de Estados Unidos tomaron la denuncia con prudencia.
Un alto funcionario de la Unión Europea que pidió no ser identificado afirmó que la comunidad seguirá "compartiendo inteligencia" con Estados Unidos, que "es un socio principal".
Martes, 16 de mayo de 2017
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