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MUNDIAL 2014 El uno por uno: cómo rindieron los futbolistas de la Argentina ante Suiza Una genialidad de Messi le dio el triunfo a la Argentina, otra vez. En su partido de octavos de final, mostró que le faltan recursos en ataque La selección argentina dio un paso más en el Mundial Brasil 2014 al vencer en los octavos de final a Suiza. Se encontró con un equipo replegado, que cedió pocos espacios, sobre todo en los carriles donde colocó dos laterales.
Las genialidades de Messi siguen siendo el pilar de un conjunto que encuentra pocos recursos en ataque, pero que solucionó parte de los desajustes en defensa con la buena labor de sus medios en el retroceso. Mascherano volvió a ser el bombero de las réplicas:
Sergio Romero: respondió bien con los pies en el avance más importante de Suiza. De lo más seguro del equipo, sin dar rebotes largos ni exponerse con la pelota en los pies. Tuvo menos trabajo que en los partidos de primera fase. La fortuna lo ayudó en el cierre del tiempo extra, con una pelota que pegó en el palo y se fue por la línea de fondo.
Pablo Zabaleta: siempre cerca de la marca de turno, con intención de anticipo y firmeza. No tiene tanta profundidad como Rojo, pero supo dar aire a sus compañeros cuando necesitaban cambiar de frente. En ocasiones tocó el fondo del carril, pero lo mejor de su partido fue la seguridad en varios cruces. Mejoró con respecto a las presentaciones anteriores.
Ezequiel Garay: mostró intervenciones sólidas, incluso en marcajes lejanos. Le sumó salidas limpias, precisas y control en los envíos frontales. Nunca transporta demasiado ni se toma mucho tiempo para tomar decisiones, eso le da dinámica al primer pase. El mejor de la pareja central.
Federico Fernández: no cometió errores, pero mostró inseguridad. Muy dubitativo, sigue como lo más flojo del equipo. Suele rechazar para afuera del campo como síntoma de su inestabilidad. Sabe que no está en un gran momento e intenta no complicarse. Todavía no se topó con ningún delantero estrella, pero está bajo la lupa.
Marcos Rojo: tuvo más proyección y despliegue en el complemento que en la primera etapa. Hasta contó con una chance de gol clara en una escalada por izquierda. Atento en defensa, solidario en el retroceso. Tuvo que cortar con falta una salida rápida de Suiza y se llevó una tarjeta amarilla que lo margina del próximo partido. Se le notó el cansancio en el alargue y pidió el cambio.
Fernando Gago: arrancó muy preocupado por los encargados suizos de la gestación, como Xhaka o Shaqiri. Se paró bien de interior y participó poco en el circuito ofensivo. Fue de menor a mayor y mostró una mejor versión en el segundo tiempo. El trabajo en defensa lo exigió, por lo que abandonó el campo para refrescar la zona de volantes.
Javier Mascherano: en el inicio se paró en la misma línea de los zagueros centrales para colaborar con el primer pase, pero el desarrollo le pidió más sacrificio. Se adelantó unos metros para anticipar, quitar y no dejar pensar a los rivales. Tuvo un gran despliegue e interpretación táctica para estar en cada sector en que se necesitaba un marcador. Es un corredor incansable, uno de los pulmones del equipo.
Ángel Di María: inició con un áspero duelo con Lichsteiner, que provocó infracciones cerca del área. Cambió de carril varias veces durante el desarrollo. Estuvo más participativo por derecha, donde no lo favoreció el perfil al momento de desbordar, pero sí para intentar rematar. Le taparon varias veces la media distancia, pero fue de lo más peligroso de la Argentina. Siempre piensa en vertical y en el arco contrario. Apareció por derecha y firmó el gol que dio el pasaje a los cuartos de final.
Ezequiel Lavezzi: se pensaba que iba a ser extremo, pero actuó más de volante. Estar retrasado unos metros lo incluyó en la gestación. Cuando pasó a la izquierda, bajó la intensidad. Se perdió con el desarrollo y no participó en el mejor pasar del equipo. Terminó reemplazado por Palacio.
Lionel Messi: arrancó de espaldas de la dupla de volantes centrales rival. Generalmente, partía del medio hacia los extremos. Pero se encontró con un equipo que lo rodeó para incomodarlo. El problema es que carece de compañía y el equipo no le da variantes en los avances. Sus genialidades son una bendición. Su gambeta y empuje son admirables entre tan poca ayuda. Está muy solo, el equipo no colabora en sus iniciativas, no es solidario. El gol es un fiel ejemplo de que si él no se ilumina, los demás se pierden en el repliegue.
Gonzalo Higuaín: juega bien de espaldas al arco, pero tiene muy poca intervención. Gran parte del encuentro fue la referencia en el centro del ataque. En el segundo tiempo estuvo cerca de gol con un cabezazo, pero se lo vio aislado entre la primera línea de Suiza. Con el ingreso de Palacio, tuvo más libertades, pero no está rápido.
Rodrigo Palacio: liberó más a Higuaín y tomó el rol de delantero de referencia. Cuando intentó avanzar con pelota dominada, resolvió mal. No aportó cambios al ataque.
José Basanta: a pesar de ser central, se colocó de marcador de punta izquierdo en lugar de Rojo. No tiene oficio para pasar al ataque, por eso le costó suplir ese rol. Luchó en defensa, trató de estar siempre ordenado.
Lucas Biglia: entró en lugar de Gago para cumplir la misma función. Asistir a Mascherano en los marcajes y mostrarse como opción de pase en el centro.
Martes, 1 de julio de 2014
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