SEMANA CLAVE EN BRASIL Temer vinculó el oro olímpico del fútbol al momento político que vive Brasil El presidente interino de Brasil, Michel Temer, y su canciller, José Serra, vincularon este domingo el triunfo del seleccionado brasileño de fútbol en los JJOO con el momento político del país. La medalla de oro que por primera vez ganó el sábado el equipo nacional "llega en un momento histórico para el país, una hora para reerguir con la grandiosidad de nuestro Brasil", afirmó Temer en su cuenta de Twitter.
"Brasil mereció la victoria contra Alemania, un factor más para mejorar la autoestima de los brasileños", escribió Serra en la misma red social.
En tanto, Rousseff no hizo alusiones a la coyuntura política al celebrar el éxito del fútbol, también en Twitter: "Felicitaciones a Brasil por la victoria, vamos a festejar; el equipo comandado por Neymar mostró la fuerza de nuestro fútbol y trajo el oro inédito", expresó.
Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), enfrenta con optimismo la posibilidad -percibida como muy probable- de que el Senado destituya a quien fuera su compañera de fórmula en 2010 y 2014.
Rousseff y su Partido de los Trabajadores (PT) consideran al vicepresidente como "golpista". Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, que finalizan este domingo, reflejaron el momento político desde la ceremonia inaugural, en la que Temer fue abuco y silbado, y su presencia rechazada con carteles que pedían su salida del gobierno en varias jornadas.
El 5 de agosto, en la inauguración de los Juegos, miles de personas se concentraron en Copacabana para pedir la renuncia de Temer, pero esa manifestación no fue replicada durante el resto del certamen.
La exhibición de pancartas con leyendas como "Fuera Temer" y "Golpista" fue reprimida por la policía en los primeros cuatro días de los Juegos, pero un juez dispuso que no estaban prohibidas.
Sin embargo, las demostraciones que se esperaban fueron solo esporádicas y no lograron penetrar con fuerza en las transmisiones de la televisión, por lo que no afectaron mayormente al mandatario interino.
El 10, en Brasilia, a más de 1.000 kilómetros de distancia de la que fue la capital mundial del deporte por estos días, el Senado aceptó en una madrugada la acusación contra Rousseff por delitos contables, para que sea juzgada a partir de esta semana.
Esa postura se impuso por 59 votos a 21, pese a que necesitaba solo la mayoría simple de 41 votos. Fueron más que los 54 equivalentes a la mayoría especial de dos tercios que se precisarán para destituirla en la votación que coronará la sesión que comenzará este jueves.
Rousseff tiene previsto presentarse el lunes 29 en el Senado para defenderse personalmente y reiterar, ahora en un ámbito de mayor repercusión aun, su afirmación sobre el "golpe" que atribuye a Temer y sus aliados, como el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) al que pertenecen Serra y el senador Antonio Anastasia, instructor de la acusación en el juicio político.
La jefa del Estado suspendida también buscará llamar la atención sobre su propuesta de anticipar las elecciones presidenciales, aunque la agenda de los partidos está ocupada ahora en la campaña para los comicios municipales del 2 de octubre próximo.
La semana que comienza también será clave fuera del ámbito del juicio político a Rousseff porque a partir del lunes el ministro de Economía, Henrique Meirelles, presentará el presupuesto 2017 con la intención de mostrar estabilidad y confianza a los mercados con vista al mandato que, según descuentan en el gobierno, Temer deberá completar hasta el 1 de enero de 2019.
Con todo, no fueron Temer y Serra los únicos que relacionaron la situación política de Brasil con los Juegos Olímpicos.
Isaías Queiroz, el remero que se consagró como el mayor ganador brasileño de medallas en una sola edición de los Juegos, con dos de plata y una de bronce en Río de Janeiro, dijo por televisión que los deportistas del estado Bahía, de donde es oriundo, tuvieron la oportunidad de trascender gracias al programa Segundo Tiempo.
Ese programa fue instaurado durante el gobierno del líder del PT y antecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, y consistió en la entrega de becas educativas y deportivas a niños de las regiones más pobres del país.
El propio Lula mencionó días atrás a los Juegos Olímpicos, al recordar que la sede actual fue obtenida en 2009, durante su gestión, cuando -en parte gracias a su discurso y a sus negociaciones diplomáticas durante la votación en Copehnague- Río de Janeiro se impuso a Chicago, Tokio y Madrid.
"Me di cuenta de que no existirían los Juegos Olímpicos en Río si no fuera por mí", dijo Lula la semana pasada, durante un acto del PT.
Lunes, 22 de agosto de 2016
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