CAPILLA SANTA ROSA DE LIMA Stanovnik alentó a jóvenes y adultos a ser misioneros de la Misericordia de Dios El Arzobispo de Corrientes, Monseñor Andrés Stanovnik, presidió el domingo la Celebración Eucarística en la Capilla Santa Rosa de Lima, acompañado por el Sacerdote Jesuíta Raúl González, de la Iglesia Jesús Nazareno; y el Padre Rubén Barrios. Al concluir la Misa, bendijo y entregó cruces misioneras a integrantes del grupo de jóvenes y a los adultos que terminaron la segunda etapa de los "Cursos bíblicos", a cargo de las Hermanas Servidoras de la Palabra.
“Hace muchos bien saber que estén con nosotros y que van a realizar un servicio misionero. Nunca vi en Santa Rosa un grupo de jóvenes vestidos todos con camisas blancas y con biblia en mano”, dijo Monseñor al iniciar su homilía, a la vez que destacó la importancia de proclamar la palabra de Dios entre las familias santarroseñas.
Asimismo, valoró la fecundidad de la misión realizada en la comunidad de Santa Rosa por las Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra. “Son muy jóvenes y gracias a ellas hoy 40 jóvenes de pronto tienen en sus manos la Palabra de Dios, el camino más corto para conocer a Jesús y creer en su Palabra”, resaltó.
Al comentar la parábola del “buen samaritano”, reflexionó: “Jesús quiere decirnos cómo es Dios, quien es, qué siente y cómo actúa. Por eso el Papa Francisco nos recuerda, en el Año de la Misericordia, que Jesús es el rostro de la Misericordia del Padre. Dios es para nosotros el buen samaritano. Nosotros muchas veces estamos caídos, desorientados, llenos de rencor, envidia…sin embargo, Dios tiene entrañas de Misericordia para con nosotros y se hace buen samaritano para curar nuestras heridas y levantarnos del barro en el que nos hemos metido”.
“Si Dios es el buen samaritano conmigo y cura mis heridas, yo tengo que serlo con las personas que me rodean, esa es la misión del cristiano. El cristiano debe ser misionero de la misericordia, porque la misericordia salva al mundo, tu pareja, tu familia”, agregó. Por otra parte, alentó a los jóvenes y feligreses en general a experimentar la misericordia de Jesús, participando de su Palabra, la Eucaristía y activamente en la comunidad cristiana.
“Dios mostró con signos muy evidentes que está atento a las heridas de esta comunidad, porque les mandó misioneras, porque fueron fecundas y entusiasmaron a otros misioneros, porque un grupo de misioneros de Corrientes se instala en Concepción…Son signos que nos invitan a experimentar profundamente la misericordia de Dios y a preguntarnos dónde, con quién, y en qué momento tengo que poner por obra gestos de misericordia….dónde estoy llamado a ser misionero de la misericordia”, concluyó Stanovnik.
Luego de la Santa Misa, la comunidad compartió una cena a la canasta y los jóvenes realizaron presentaciones de baile, canto y obras de teatro.
Lunes, 11 de julio de 2016
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