DATOS Estados Unidos: otra ola de niños migrantes se mete en la campaña La crisis se avecina. De nuevo. Entre el 1º de enero y el 30 de abril de este año 32.952 niños migrantes indocumentados cruzaron la frontera sur de los Estados Unidos sin la compañía de adultos. El número es ya mucho mayor al registrado durante el mismo periodo del año pasado y solo ligeramente inferior al de 2014, año en que el aumento masivo de este grupo de migrantes provocó una crisis política que hoy amenaza con repetirse a escasos meses de una elección presidencial en la que el tema migratorio volverá a ocupar espacios centrales, según analistas consultados por Infobae.
En 2014, poco menos de 70,000 menores sin compañía (UAC, según la sigla en inglés) ingresaron en forma ilegal a los Estados Unidos de acuerdo a cifras de la Patrulla Fronteriza de este país; la mayoría de los niños y jóvenes emigraban del llamado triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), una de las regiones más violentas del mundo. La cifra, que duplicó a la del año anterior y casi triplicó el promedio de la década anterior, provocó una crisis política que aún arroja sombra sobre la política estadounidense.
En este ciclo electoral, que seguramente enfrentará a la demócrata Hillary Clinton con el republicano Donald Trump en la carrera por suceder a Barack Obama en la Casa Blanca, el migratorio es ya un tema espinoso, que incluso podría ser determinante por lo que el voto latino representa en el mapa electoral de los Estados Unidos.
De acuerdo al "Pew Hispanic Research Center", una de los centros de estudio de opinión pública más respetados de Washington, los latinos forman el bloque de votantes de mayor crecimiento en los últimos años. Proyecciones estadísticas del Pew, basadas en el censo estadounidense de 2010, indican que el 18 de noviembre de 2016, día en que se celebrará la presidencial, 26.9 millones de latinos estarán habilitados para votar; esto es, el 12.9% del total nacional.
"Los latinos, más que el público en general, ubican el tema migratorio en su lista de prioridades y apoyan el camino a la ciudadanía para migrantes no autorizados. Es un tema importante para estos votantes", dice Mark Hugo López, investigador de Pew.
"El tema de los niños migrantes, y el tema migratorio en general, previsiblemente reforzará el favoritismo latino por los demócratas, con un balance de 3 a 1 en su favor", dice el profesor Eric Hershberg, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de American University en Washington, DC.
Ya en 2012, cuando Mitt Romney perdió la elección ante el presidente Obama, un documento interno del partido republicano hablaba de la necesidad de volver a atraer a los latinos, que en 2004 habían aupado la reelección de George W. Bush. Los autores de ese documento calculaban que para llegar a la Casa Blanca un aspirante necesita arriba del 44% del voto latino; Romney apenas logró el 27%, y las proyecciones más optimistas en la actualidad no dan a Trump más del 20%.
Desde 2012, y durante los dos periodos de Obama, los republicanos no han hecho más que endurecer su retórica contra los migrantes.
En opinión de Hershberg, la llegada masiva de niños migrantes que ya se percibe en los primeros meses de 2016 podría radicalizar aún más las posiciones antinmigrantes de Trump, quien ha hecho de la construcción de un muro en la frontera con México eje central de su campaña. El magnate, además, ya había establecido el tono de este tema en 2015, cuando en los albores de la primaria republicana llamó ladrones y violadores a los migrantes mexicanos.
"Trump citará este nuevo pico en las cifras (de UAC) como una razón más para construir ese muro", prevé Hershberg.
La crisis interminable
En 2014, cuando la llegada de UAC aumentó, debido en gran parte a la descomposición de la gobernabilidad, a la violencia y a la pobreza en Centroamérica, Obama puso en alerta al Congreso y a su Departamento de Seguridad Interna (DHS, según su sigla en inglés) al hablar de una "crisis humanitaria".
En la práctica, además de revitalizar el sentimiento antiinmigrante entre los sectores más conservadores de Estados Unidos, también provocó una crisis burocrática para el gobierno federal y para los gobiernos estatales que más reciben migrantes, como California, Texas, Arizona o Maryland y Virginia, vecinos a la capital. Durante los primeros meses de este año hubo un nuevo alza de la cantidad de niños que cruzan solos la frontera de EEUU (AP) Durante los primeros meses de este año hubo un nuevo alza de la cantidad de niños que cruzan solos la frontera de EEUU (AP)
En su momento, los republicanos, pero también algunos demócratas, reaccionaron con cautela a las propuestas de tratar a los menores centroamericanos como refugiados elegibles para asilo político. La misma Hillary Clinton, hoy virtual nominada demócrata, llegó a decir que muchos de los niños deberían ser enviados de regreso a sus países de origen.
Desde entonces, Clinton y los demócratas han corregido la plana y, conscientes de la importancia electoral del asunto, navegan con una plataforma de apoyo total a los inmigrantes y, en específico, a los niños indocumentados. Lo que pase después de la elección, sin embargo, sigue siendo incierto.
Las proyecciones indican que la cifra final de UAC en 2016 puede llegar muy cerca de los 60,000. Esos niños, su educación, los traumas de su viaje hasta los Estados Unidos, su pasado en la región en que más asesinatos per cápita ocurren en el planeta, esperarán al presidente o presidenta que tome posesión en enero de 2017.
Aun si Clinton es presidenta, una reforma migratoria o incluso acciones ejecutivas favorables a los menores –que no pasen por el Congreso, que seguirá siendo de signo republicano- parecen poco probables.
El profesor Hershberg, de American University, lo explica así: "Dado que el Congreso y la mayoría de gobernaciones estatales serán de signo republicano, y más antiinmigrantes que el electorado en general, la polarización sobre este tema permanecerá alta y seguirá creciendo. Es muy probable que este problema no se resuelva en la próxima administración".
Domingo, 5 de junio de 2016
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