ABERRANTE El "cazador" búlgaro de inmigrantes que causa indignación Un luchador semi profesional se dedica a patrullar la frontera para evitar el ingreso de las personas desesperadas que buscan refugio en Europa. "Bulgaria necesita tipos como yo, dispuestos a defender su territorio", dice con aparente orgullo Dinko Valev, en un reportaje para la BBC. No parece importarle la grave crisis humanitaria de la que huyen miles de sirios, de los cuales una parte llega desde Turquía a Yambol, pueblo en el que vive, en su travesía para buscar un destino alejado de la guerra.
"Son gente mala y asquerosa y deberían quedarse donde están", afirma Valev, quien ganó fama nacional en febrero tras un reportaje de la televisión local. En un video grabado por uno de sus acompañantes, se lo ve vigilando a 12 hombres, tres mujeres y un niño de Siria, reducidos y esperando la llegada de la Policía. El protagonista los describe como "terroristas, yihadistas y talibanes".
Sin embargo, este comerciante de repuestos de autos no es el único con esa mentalidad, ya que varias personas se unieron a su violenta "cruzada", que supuestamente protege a su país. Por su parte, los medios habrían alentado esta forma de pensamiento: según un relevamiento de una ONG de Sofía, la capital, las palabras más usadas en más de 8 mil artículos analizados sobre migrantes fueron "amenaza" y "enfermedad".
Pero no todos comparten esa visión hostil. Valev fue denunciado por el Comité Búlgaro de Helsinki, una ONG de defensa de los Derechos Humanos, por atacar y humillar injustificadamente a los refugiados. La Policía lo interrogó, pero no fue detenido.
"El señor Valev siembra el miedo entre los refugiados y, además, incita a la sociedad búlgara al repudio y la hostilidad hacia los que buscan amparo", declaró a la agencia Efe una vocera de esa ONG.
"El señor Valev siembra el miedo entre los refugiados"
Por fortuna para quienes huyen de la guerra y la miseria, también pueden hallar búlgaros dispuestos a tenderle una mano. "Siempre les ayudamos con lo que podemos. Les compadecemos, no tenemos miedo de ellos ni los odiamos. Somos los primeros que ven al cruzar la frontera e intentamos que reciban un tratamiento humano", cuenta Petar Mitev, un vecino de Belevren.
Según Mitev, conforme avanza la construcción de la valla que el Gobierno búlgaro está instalando en la frontera turca, va bajando el número de refugiados, principalmente de Siria, Irak y Afganistán, que entran ilegalmente en el país.
Domingo, 3 de abril de 2016
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