INUNDACIONES Más de 120.000 evacuados en Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil Las lluvias y el desborde de los ríos obligaron a miles de familias a pasar la Navidad fuera de sus hogares. Miles de personas pasaron la Navidad fuera de sus hogares debido a las inundaciones que se registraron en Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil. Alrededor de 90.000 tuvieron que ser evacuadas en Asunción, 20.000 en el litoral argentino, casi 7.000 en el norte uruguayo y otras 6.500 en el sur brasileño.
Las aproximadamente 90.000 personas desplazadas por la crecida del río Paraguay, la mayoría de ellas de los barrios más humildes de Asunción, pasaron la Navidad prácticamente a la intemperie, en improvisados refugios de madera que han tenido que construir ellos mismos en calles y plazas.
La cifra obedece al último recuento del departamento de Emergencia y Desastres de la Municipalidad de Asunción, que colabora en las labores de evacuación con la Secretaria de Emergencia Nacional (SEN).
El número de evacuados va creciendo a medida que sube la altura del río, que en las últimas horas alcanzó la cota histórica de los últimos 20 años, los 7,71 metros. La altura supera los 7,50 metros que iba a alcanzar el río esta Navidad, según la SEN.
La situación de los damnificados se complicó debido al temporal de viento y lluvia que azotó Asunción y el departamento Central, y que causó la muerte de cuatro personas, después de que dos árboles cayeran sobre los dos vehículos en que viajaban las víctimas.
El temporal provocó riadas, cortes de luz en gran parte de Asunción y daños en muchos de los cerca de 100 refugios que dan techo a los desplazados.
De esta manera, mientras que los centros comerciales del centro de Asunción estaban llenos de gente haciendo compras de última hora, solo unas calles más abajo, en dirección a la bahía, miles de familias solo pensaban en rescatar sus enseres de sus casas inundadas. O en cómo pasar otra jornada de tormenta como la de este jueves sin que todo su refugio se vuelva a empapar.
Y es que Asunción vuelve a vivir una situación de emergencia humana ya repetida, puesto que el año pasado el río actúo de la misma manera, desplazando a 85.000 personas en la capital y a más de 200.000 en todo el país.
Precisamente, unos 10.000 de esos evacuados siguen en los refugios asuncenos desde aquella crecida.
Dos menores murieron y cerca de 20.000 personas permanecen evacuadas en el noreste de Argentina por la crecida de los ríos Uruguay, Paraná y Paraguay en los últimos días.
Una de las víctimas fatales es un niño de cuatro años que fue hallado sin vida en un arroyo de la localidad Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe), confirmó el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaroa.
A la espera de la autopsia, los investigadores sospechan que el niño, que era buscado desde el pasado martes, se cayó al arroyo Saladillo, cercano a su casa, y murió ahogado al ser arrastrado por la corriente.
La segunda víctima se trata de un adolescente de 13 años que murió electrocutado al tocar un cable de alta tensión caído durante el temporal que azotó la ciudad de Corrientes, capital de la provincia homónima, el pasado miércoles.
La crecida de las aguas ha obligado además a evacuar a unas 20.000 personas de sus hogares y se han puesto en marcha operativos de emergencia para repartir agua potable, alimentos, medicinas y abrigo entre los afectados.
Cerca de la mitad se encuentran repartidos en refugios, escuelas, gimnasios y casas de familiares y amigos en la ciudad de Concordia (Entre Ríos), unos 420 kilómetros al norte de Buenos Aires, que sufre las peores inundaciones en medio siglo.
El ministro provincial de Desarrollo Social, Guillermo Echenausse, advirtió que están en alerta ante el riesgo de que el río Uruguay supere los 17 metros en Concordia, "diez metros por encima de lo normal", lo que duplicaría el número de evacuados actual.
Otra de las provincias más afectadas es Chaco, donde hay casi 1.500 familias evacuadas en varias localidades bañadas por el río Paraná, que superó los 7,5 metros.
El mismo río inundó también barrios enteros en poblaciones de la vecina provincia de Santa Fe, donde el número de afectados puede escalar con rapidez en las próximas horas si finalmente es necesario evacuar a 3.000 residentes en Reconquista.
Ante el avance de las aguas, el municipio efectuó cortes preventivos de energía, restringió los accesos y emitió un alerta por presencia de reptiles venenosos, que huyen también de la crecida.
Otras 2.000 personas se han visto desplazadas en la provincia de Corrientes, mientras que un número algo inferior ha corrido la misma suerte en Formosa.
El cese de la alerta por tormentas en gran parte la zona afectada hace prever una leve mejoría en la cuenca del Paraná, aunque en Concordia estiman que el caudal del Uruguay puede crecer hasta el domingo.
El número de desplazados por las inundaciones en el norte de Uruguay aumentó de 5.454 la víspera a 6.608 este viernes de Navidad, según los últimos datos oficiales.
La situación sigue agravándose con más personas teniendo que dejar sus casas. En total 1.743 personas fueron evacuadas y las restantes 4.865 dejaron sus hogares de motu propio ante la crecida de ríos, reseñó AFP.
El Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) informó en su último boletín que, al igual que el jueves, la situación más grave se registra en Artigas, departamento al norte del país, con 2.174 desplazados.
Salto, Paysandú y Rivera son los demás departamentos afectados por las crecidas de ríos y arroyos.
El Sinae reconoció este viernes que es probable que la cifra sea mayor a la que se desprende de los registros oficiales.
La crecida más importante corresponde al río Uruguay, limítrofe con Argentina, y determinó que en todas las zonas afectadas la cota del curso fluvial superase el nivel considerado de seguridad, en tanto varios de sus afluentes se han visto desbordados por las lluvias.
Unas 6.500 personas han sido evacuadas de sus viviendas en el sur de Brasil por las fuertes lluvias que han castigado la región en los últimos días y por las crecidas de los ríos, que también han dejado numerosos damnificados en Argentina, Paraguay y Uruguay, informaron fuentes oficiales.
Según el más reciente boletín de la Defensa Civil brasileña, un total de 1.534 familias perdieron su vivienda o tuvieron que abandonarla temporalmente en siete ciudades de Río Grande do Sul, el estado más meridional de Brasil y fronterizo con Argentina y Uruguay, por la crecida de los ríos Uruguay y Queraí.
La Defensa Civil de Río Grande do Sul calcula que esas personas tendrán que permanecer en alojamientos improvisados en escuelas y gimnasios por lo menos hasta después del Año Nuevo, para cuando se espera que el nivel de los ríos vuelva a su normalidad.
Las ciudades más afectadas por las inundaciones son Queraí, en donde fueron evacuadas 750 familias, y Uruguaiana, con 335 desplazados. Las alcaldías de ambos municipios ya declararon el estado de emergencia y esperan ayuda de las autoridades regionales y nacionales para atender a los damnificados.
Pero las inundaciones también han desplazado a familias en las ciudades de Santana do Livramento (150), Itaqui (122), Alegrete (91), Sao Borja (60) y Barra de Quaraí (26).
La crecida del río Queraí, en donde el nivel del agua alcanzó el récord de 15 metros y 28 centímetros, es considerada como la más grave en su historia y obligó a las autoridades a interrumpir por casi 24 horas el tránsito de vehículos por el Puente Internacional de la Concordia, que comunica a Brasil con Uruguay.
El río Uruguay, por su parte, llegó a alcanzar otro récord, de 10 metros y 41 centímetros, e inundó varios barrios en Uruguaiana, también en la frontera con Uruguay.
"Pese a que la buena noticia es que paró de llover, la mala es que los ríos de la región, por sus características, demoran en bajar, por lo que los desabrigados no tienen cómo volver antes del Reveillon (fiesta de fin de año)", dijo el coordinador de la Defensa Civil en la región oeste de Río Grando do Sul, mayor Rinaldo Castro.
Las autoridades aún no tienen cálculos de los daños económicos causados por las crecidas de los ríos, que inundaron diferentes cultivos, carreteras, calles y residencias. Las lluvias, entre otros daños, provocaron la pérdida de gran parte de la cosecha de arroz en Quaraí.
Sábado, 26 de diciembre de 2015
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