GOYA Un remisero devolvió a su pasajera 9 mil pesos que dejó olvidados Sucedió en Goya. La mujer jubilada no notó haber perdido el dinero hasta que el hombre regresó a su casa y le entregó una cartuchera con el sueldo que había cobrado. “Todos los días devolvemos cosas, sólo que ahora trascendió”, explicó el conductor honesto Sofía, de 77 años, salió esa mañana para realizar algunos trámites en el centro de Goya. Primero hizo algunas compras, a sabiendas de que la fila en el banco suele resultar demasiado larga. Luego ingresó a la entidad bancaria donde cobra su sueldo de docente jubilada, y “unos pesos más, por mi marido que ya falleció”, relató la mujer al ser consultada por época. Sofía vive sola en su casa de Goya.
Aunque tiene dos hijas, una vive en Buenos Aires y la otra se encontraba de viaje fuera del país. Así, los trámites y gestiones, tanto como los quehaceres de la casa y las compras recaen sólo sobre ella. “Yo estoy muy activa, aunque soy jubilada voy y vengo, no estoy sentada sin hacer nada”, comentó.
Lo cierto es que ese día, al salir del banco, se detuvo en la peluquería que se encuentra a mitad de camino a su casa. “La peluquera me invitó a pasar, ya que tenía un turno libre”, recordó.
Al terminar la mañana de trámites emprendió el regreso a su hogar. “Ya era el mediodía, y por no volver cargada con cosas, busqué un remís en una agencia a la que llamo siempre”, relató.
Un hombre al que no conocía la llevó hasta su casa, a no más de cinco cuadras. Ella ingresó y se dedicó a prepararse el almuerzo. “Siempre tengo algo más o menos listo, así que sólo era organizar”, detalló. Pero no pasó mucho hasta que sonó el timbre.
“El remisero que me había dejado regresó. Y cuando lo atendí, me dijo “mire, usted se dejó esto en el asiento”, y me devolvió una cartuchera en la cual había guardado el sueldo que había cobrado pocas horas antes”, expresó.
“Le agradecí muchísimo, y para destacar su honestidad llamé a la radio para contar lo sucedido”, comentó Sofía.
El intercambio fue rápido y el chofer apenas quedó unos segundos, entregó el sobre y se fue. Ayer no fue a trabajar con el día de lluvia y por la trascendencia pública que tomó su gesto evitó el encuentro con la gente.
“No me da vergüenza, pero fue mucha trascendencia mediática”, relató a su turno Sebastián Ayala, el hombre de 39 años que devolvió el dinero perdido. “Fue simple. Encontré el monedero dentro del auto, me fijé si tenía una identificación, y ahí se lo llevé sin dudarlo”, explicó. “Esto es algo que pasa con frecuencia, sólo que ahora trascendió”, aseguró. “Es lindo que la gente que te conoce te reconozca el buen gesto”, opinó.
El hombre vive con su madre, su hermana y sus sobrinos, y aunque trabaja como chofer desde hace años, “hay días en que se trabaja mejor que otros”, comentó y sostuvo que si alguien le ofreciera un trabajo nuevo “debería evaluarlo”.
Sábado, 28 de noviembre de 2015
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