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PROGRAMA El programa de ocho puntos que Vladimir Putin quiere imponer en Siria En la segunda ronda de la conferencia sobre la crisis siria a tratarse en Viena, el presidente de Rusia ha decidido por fin mostrar sus cartas. Moscú presentara un programa de ocho puntos que según sostiene Putin, resolverá la inestabilidad generada por la guerra civil siria en el plano local -para el pueblo sirio- como también la internacionalización del conflicto. Así lo ha informado la cancillería rusa por medio de un comunicado oficial. El texto fue publicado en lengua árabe por distintas agencias de noticias en Jordania, Arabia Saudita y Dubai, y lo propio ha hecho la agencia Reuters en idioma inglés.
La letra del documento plantea tanto el Estado Islámico (ISIS) y el Ejército Sirio Libre (FSA) ambos por sus siglas en ingles, serán considerados grupos armados ilegales e incluidos en un listado de organizaciones terroristas que serán excluidos de un futuro alto el fuego dentro del territorio de Siria. La pregunta no respondida en el programa es ¿qué considerarán hoy como territorio de Siria?
El plan de Putin también propone el comienzo de un proceso de transición política incluyendo funcionarios y oficiales del Gobierno de Siria y la oposición. Este proceso deberá tener no más de un año y medio de duración y focalizará su trabajo en la confección un borrador de Constitución Nacional Siria. Lo destacado en el documento ruso es que tal proceso no estaría dirigido por el actual presidente Bashar al Assad, aunque se mantendrá en el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y el control sobre los servicios secretos.
La vocera del Ministerio de Exteriores Ruso, María Zakhárova, ha negado la existencia de ese proyecto enfatizando que no hay tal documento en la posición de Putin, aunque adelanto en la mañana del jueves pasado que la delegación rusa buscara en la capital austriaca clarificar "la definición de terrorista" y evaluará a quién y/o quiénes deberá ser aplicada en relación los grupos armados que hoy combaten en suelo sirio.
Lo cierto es que llama poderosamente la atención que la propuesta de Putin esté excluyendo del proceso de transición al presidente Assad, aunque su presencia y permanencia al frente de la guerra del régimen contra la insurgencia cuenta con recia oposición de varias de las delegaciones que están presentes en Viena.
Los Estados Unidos y sus aliados presentes en la cumbre, Turquía y las monarquías del Golfo, requieren y exigen el inmediato apartamiento del poder del todavía presidente sirio Bachar al-Asad, por considerarlo no solo parte del problema sino responsable de los mayores crímenes de guerra cometidos en el país desde el comienzo de la represión en los últimos cuatro años.
Según "el Plan Putin", una vez consensuada y aprobada la nueva Constitución Siria, se convocará a elecciones presidenciales anticipadas, y luego a comicios de índole parlamentaria.
Los sectores sirios involucrados en la negociación Y redacción del nuevo texto constitucional se deben comprometer a mantener "la integridad territorial" de Siria, así como "el carácter secular y democrático" del Estado.
Para los diplomáticos árabes del Golfo no tiene mucha importancia la totalidad de los puntos del documento de Putin. Ellos sostienen que Moscú no va a sacar a Al Assad del escenario totalmente, porque tampoco le sería fácil hacerlo, pero es seguro que lleguen a un acuerdo. Por ejemplo, una transición sin Al-Assad seguramente abrirá la oportunidad de su participación política en futuras elecciones.
Pero el verdadero problema al que se enfrentara Putin es que, esta vez, Estados Unidos y sus aliados difícilmente acepten la propuesta rusa en los términos en que Moscú quiere imponerla. Para los enemigos de Al-Assad en el mundo árabe, es inaceptable pues el futuro presidente sirio, (electo por medio del programa de Putin), mantendría las funciones de comandante en jefe de las fuerzas armadas, cabeza de las agencias de inteligencias y de la política exterior. Un mandatario al estilo del actual, que concentrará los poderes más importantes en sus manos.
Los sirios nunca han aceptado la dictadura de Al Assad y no aceptarán que sea reformulada y reimplantada por ese mecanismo, declaro Monzer Akbik, miembro del grupo opositor a Reuters. Igual se expresó Hadi Al-Bahra, integrante de la coalición, quien piensa que no se pueden celebrar elecciones limpias en un escenario en el que los ciudadanos están aterrorizados por las represalias de las agencias de seguridad del régimen, destaco el canal saudí Al-Arabiya.
A estos contratiempos, Putin deberá sumar que la oposición rusa rechazo de pleno su propuesta para Siria. Por no mencionar la posición del jefe de la diplomacia británica, Philip Hammond, quien en llamada telefónica directa a Washington preguntó en voz alta a su colega John Kerry: "¿Vamos a llevar la paz a un país sumido en una guerra civil que ha dejado cerca de 300.000 muertos sin quitar de su cargo al causante de ese conflicto?"
El horizonte no aparece claro para la solución del conflicto sirio. Tampoco para Bashar al Assad, y mucho menos para Vladimir Putin en su afán de controlar la crisis Siria.
Viernes, 13 de noviembre de 2015
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