MATERNIDAD Volvió a su casa Milagros, la beba que pesó menos de dos kilos al nacer La pequeña fue atendida por médicos rurales que conocieron su caso en paraje Talaty. Estuvo internada en el hospital de Caá Catí más de 15 días. Ayer le dieron el alta para continuar su tratamiento pero ambulatorio. En el centro de neuroestimulación del nosocomio atienden a otros 30 casos de niños con secuelas por mala nutrición. En la edición del domingo pasado, época difundió el caso de Milagros Irupé, una beba que vino al mundo en un parto domiciliario, ya que su mamá no pudo llegar hasta el hospital desde el Paraje en que vive por las lluvias que perjudicaron el camino. Tal como relató a este medio la directora del hospital de Caá Catí, Lía Almirón, el caso se conoció a través de un equipo de profesionales de la salud que hace continuas recorridas por la zona rural del departamento, gracias a la labor mancomunada del hospital con el Municipio. “El equipo está conformado por tres médicos, agentes sanitarios, enfermeras, una nutricionista, una asistente social y una estimuladora temprana”, explicó la doctora Almirón, quien coordina las labores en ambas órbitas. La labor del equipo comenzó en 2013 y desde entonces han conseguido integrar a profesionales al hospital, con personería jurídica propia, aunque sin poder todavía incorporar a los profesionales de forma permanente. Ayer la noticia fue que la pequeña Milagros podría, finalmente, volver a su casa con su mamá y sus hermanitos, tras un periodo de varias semanas de cuidados dedicados. “Milagros ahora está en una excelente evolución. Se la sigue viendo, aunque desde ahora será con controles periódicos. El tratamiento continuará siendo interdisciplinario, pero ambulatorio”, relató ayer Doris Aguilera, la estimuladora temprana y nutricionista que se ocupó del caso. “Es de fundamental importancia entender que la estimulación y la nutrición van de la mano”, enfatizó la profesional, a la vez que relató que en el centro de rehabilitación del Hospital San Vicente de Paul, se atienden a más de 30 niños con diferentes cuadros, aunque muchos de ellos con secuelas de mala nutrición durante el embarazo y en los primeros meses de vida. “Se les brinda la atención que permite luego un mejor desarrollo: la fortaleza de los sentidos, de las funciones mentales. Pero tiene que ser una atención constante, durante los primeros seis años de vida. Por eso se les enseña a los padres, para que puedan continuar con los ejercicios y la estimulación en sus casas”, explicó. Aunque Aguilera indicó que hay numerosos casos de madres que se enteran de su gestación en una etapa ya avanzada del embarazo, hasta ahora nunca había atendido a un recién nacido con tan bajo peso. “Milagros tenía menos de dos kilos. Ahora, con dos meses y medio, supera los tres kilos y medio”, comentó. “Todo el personal: médicos, enfermeros, agentes sanitarios, hasta la directora del hospital, nos encariñamos con ella. Es la mimada del centro”, aseguró.
Miércoles, 28 de octubre de 2015
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