ATAQUE Turquía acusó al Estado Islámico por la masacre terrorista en Ankara El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo que también investigan a los kurdos del PKK. En su primera entrevista desde el atentado en la capital –el peor de la historia de Turquia– Ahmet Davutoglu confirmó que, pese a esta matanza, las elecciones legislativas serán el 1 de noviembre como estaba previsto.
"Dada la forma en la que se perpetró este ataque, consideramos las investigaciones sobre Daesh (acrónimo del ISIS en árabe) como nuestra prioridad", aseguró Davutoglu en una entrevista para el canal de noticias turco NTV.
En el doble atentado suicida del sábado, además del casi centenar de víctimas mortales, más de 500 personas resultaron heridas, de las cuales, 65 siguen hospitalizadas en cuidados intensivos.
"Tenemos el nombre de una persona que nos orienta hacia una organización", dijo el primer ministro sin dar más detalles sobre la investigación.
En la mañana del sábado, se registraron dos fuertes explosiones en los alrededores de la estación central de la capital turca, donde miles de militantes provenientes de todo el país, convocados por sindicatos, partidos de izquierda y ONG se preparaban para manifestar a favor de la paz. Davutoglu confirmó que las explosiones fueron causadas por sendos kamikazes.
Aunque señaló principalmente al Estado Islámico, Davutoglu no descartó la pista de un ataque de los rebeldes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) o del Partido/Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C) de extrema izquierda, que calificó de "sospechosos potenciales".
El atentado de Ankara reavivó la indignación contra el presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan y su gobierno, acusados por el principal partido prokurdo del país de no haber garantizado la seguridad de la manifestación.
También fueron acusados de reactivar el conflicto kurdo en vistas a las elecciones legislativas anticipadas del 1 de noviembre. "Cualesquiera que sean las circunstancias, las elecciones se llevarán a cabo", aseguró Davutoglu.
El sangriento atentado del sábado fue condenado por la gran mayoría de los dirigentes del planeta, que expresaron su apoyo a Ankara. Sin embargo, la comunidad internacional asiste con inquietud a la creciente inestabilidad política y social en Turquía, país miembro de la OTAN y vecino de la convulsa Siria.
En este contexto, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció el lunes que viajará el próximo domingo a Turquía, en una visita centrada en la guerra en Siria, la crisis de los refugiados y la "lucha contra el terrorismo", tras el atentado del sábado de Ankara.
Por otro lado, según indiscreciones publicadas por la prensa, los investigadores están convencidos de que los artefactos que explotaron en Ankara son del mismo tipo que el utilizado el 20 de julio pasado, cuando 33 militantes de la causa kurda murieron en Suruç, cerca de la frontera siria, en un atentado atribuido al ISIS, aunque nunca reivindicado.
El domingo, la policía turca había detenido a 43 presuntos miembros del ISIS en varias ciudades del país.
La escalada de violencia en Turquía ha arruinado las conversaciones de paz entabladas por Ankara con los rebeldes kurdos para tratar de poner fin a un conflicto que desde 1984 se ha cobrado unos 40.000 muertos.
El PKK anunció, no obstante, tras el atentado de Ankara, la suspensión de su actividad armada antes de las elecciones, salvo si sus "militantes y combatientes son atacados".
Lunes, 12 de octubre de 2015
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