VISITA El papa Francisco les dedicó la misa en Nueva York a los "ciudadanos de segunda categoría" En la ceremonia en el Madison Square Garden, el Pontífice recordó "a los extranjeros y sus hijos, a los privados de seguro médico, a los sintecho y a los ancianos" El papa Francisco aludió en la homilía de la misa que ofició en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York a los que "esconden el rostro" por carecer de derechos.
El Pontífice dedicó sus palabras a la vida en las grandes ciudades y habló de la "luz de Dios" que busca llegar a cada rincón de ellas. "Un pueblo creyente tiene la capacidad de ver, de contemplar, la luz que Cristo viene a traer", dijo.
"Las grandes ciudades muestran la pluralidad y las riquezas de nuestro mundo. Diversidad de culturas, de razas, de lenguas, de historias...", dijo para referirse a las complejidades de la vida urbana.
Pero agregó: "A su vez, las grandes ciudades esconden el rostro de tantos que parecen no tener ciudadanía o ser ciudadanos de segunda categoría". "En las grandes ciudades, bajo el ruido del tránsito, bajo el ritmo del cambio, quedan silenciados tantos rostros por no tener derecho a ciudadanía, no tener derecho a ser parte de la ciudad", agregó Jorge Mario Bergoglio.
En esa línea, mencionó a "los extranjeros, los hijos de estos (y no sólo) que no logran la escolarización, los privados de seguro médico, los sintecho, los ancianos solos, quedando al borde de nuestras calles, en nuestras veredas, en un anonimato ensordecedor".
"Se convierten en parte de un paisaje urbano que lentamente se va naturalizando ante nuestros ojos y especialmente en nuestro corazón", dijo Francisco.
"¿Cómo encontrar a Dios, que vive con nosotros, en medio del smog?", preguntó el Papa a la amplia audicencia que lo escuchaba en el emblemático pabellón deportivo.
Fue entonces cuando Francisco volvió al principio de la homilía y se refirió a la tarea de ir al encuentro de la luz de Dios. "Es nuestro padre, camina a nuestro lado. Nos libera del anonimato de una vida sin rostro. (...) Nos abre el camino de la paz".
Y concluyó, ante un público conmovido: "Dios vive en nuestra ciudad. La Iglesia vive en nuestra ciudad. Y Dios y la Iglesia quieren ser fermento en la masa, quieren mezclarse con todos, acompañarnos".
La de hoy fue la última actividad del Pontífice en Nueva York, antes de partir a la ciudad de Filadelfia, el último destino de su gira en Estados Unidos, en donde permanecerá hasta el domingo.
Sábado, 26 de septiembre de 2015
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