EXPANSIÓN El Banco Central inundó el mercado de pesos y provocó el despegue del dólar En los primeros 10 días de julio la emisión de dinero ascendió a $35.062 millones. Superó en 64,1% a la expansión registrada en igual tramo de 2014. De ese total $10.086 millones fueron para asistir al Tesoro Nacional
Muchos creen ver en la proximidad de las elecciones nacionales y en las consecuentes expectativas de los agentes económicos la principal causa del despertar del dólar libre y la ampliación de la brecha con la casi anclada paridad oficial a más de 55 por ciento.
Sin embargo, hay un dato tangible, y por tanto comprobable rápidamente e las estadísticas oficiales, que explica la creciente dolarización de carteras por parte de empresas y también de algunos particulares: la inyección de pesos en la plaza por parte de la autoridad monetaria, a una tasa singular en el margen de 64% interanuial, mientras que entre extremos se elevó a poco más de 32% y 35,5% en las tenencias de billetes y monedas por parte del público.
Así surge del detalle semanal que el Banco Central brinda sobre los factores que explican la variación de la base monetaria.
Si bien el sector público no fue en los 10 primeros días de julio el principal demandante de pesos para cubrir el exceso de gastos sobre recursos genuinos, el monto de $10.086 millones fue relevante, porque su tasa de crecimiento del 34,5% no sólo duplicó a la inflación que midió el Indec, sino también excedió en casi siete puntos porcentuales a la variación de precios que estimaron las consultoras privadas.
De ahí que crece el consenso entre los economistas profesionales y en particular entre los que asesoran a los candidatos a presidente de la nación de la oposición que "hoy no faltan dólares, sino que sobran pesos", porque si bien existen mecanismos para obtener financiamiento en divisas, se sabe que la expansión monetaria no tiene límite, menos en lo que muchos creen ver un fin de ciclo del actual Gobierno.
Al respecto, el ex presidente del Banco Central Martín Redrado advirtió que "la calma cambiaria comienza a esfumarse en el país, como consecuencia de las inconsistencias de la política cambiaria, monetaria y fiscal".
Según el economista, "las inconsistencias de la política cambiaria, monetaria y fiscal estaban adormecidas debajo de la superficie. Pero en este mar de fondo en el que se desenvuelve la economía, la creciente volatilidad estaba a la vuelta de la esquina. Y la calma cambiaria comienza a esfumarse".
Y si bien en lo que va de julio el sector público tuvo un rol secundario en el ritmo de expansión de la cantidad de pesos en circulación y el sector externo perdió relevancia, porque ahora el Banco Central inyectó por la compra de dólares apenas $596 millones, cuando un año antes había emitido para ese fin $4.126 millones, no deja de inquietar que ahora se sumó el sector financiero con más de $24.000 millones, 150% más que la expansión que registró en los primeros días de 2014.
La consecuencia de semejante desequilibrio monetario no sólo contribuyó a despertar el apetito por la compra de los cada vez más escasos dólares para el exceso de pesos, sino también comenzará a activar los motores de la inflación, porque parte de la creciente liquidez se volcará a la compra a bienes sin que se activen mecanismos que impulsen la oferta.
Sábado, 18 de julio de 2015
|