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ELECCIONES 2015 Emilio Rotela: El poder soberano de una nación, es el PUEBLO Comenzamos a transitar una segunda etapa de elecciones en nuestro país, las PASO definirán en gran parte el futuro político de nuestra legislatura nacional, y según su conformación podremos ver definido qué país queremos los argentinos de cara al futuro. La política es un instrumento de servicio hacia el pueblo, o debería ser así según su concepto teórico, y está ligada con el comportamiento ético de quienes la practican. Aunque en el pasar de estos años de democracia, y más específicamente en estos últimos 15 años, los argentinos deberíamos ya preguntarnos si nuestro voto sirve como voto de elección de propuestas y rumbos determinados o solo sirve para el blanqueo de las apetencias particulares de tal o cual candidato o partido que quiere posicionarse en el poder. Estos tiempos pre y pos electorales de estos últimos años nos han demostrado más que fehacientemente la decadencia y debilidades humanas y de lo poco que el pueblo interesa a esta casta política y de partidos que han perdido toda su impronta de antaño, respetando sus principios e ideales sobre los intereses mezquinos de algún candidato. Hemos visto la poca confiabilidad hacia la clase política que solo han hecho prevalecer sus egoísmos personales y sectoriales, llegando en algunos casos a demostrar sus lados más desvergonzantes como seres humanos incluso. Tanto las personas como los partidos políticos mismos demuestran a menudo inconsistencias en sus conductas, cuando vemos que pasan de una vereda a otra sin la menor vergüenza, casi como algo normal y lógico, traicionando a miles de ciudadanos que con su voto le dieron cierto poder en las decisiones. En definitiva y transcurrido años de democracia, los ciudadanos comunes hemos sido meros espectadores en este juego de partidos y políticos en su lucha de poderes, vanidades, conveniencias, pases y contrapases. Esto determina que el votante concurra a las urnas solo por obligación y no por convicción. Debemos los argentinos entonces de una vez y por todas hacer valer nuestro voto y que él sea para quien verdaderamente representa los valores e intereses personales y el de todo un país. Deberemos el pueblo hacernos cargos también de nuestros propios errores, no basta con el solo “que se vayan todos”, debemos entre todos saber elegir para que se queden aquellos que verdaderamente nos representan y que la justicia comience a desechar a los que no. Debemos ser coherentes con nuestros reclamos y dejar de callar ante la migaja que algunos políticos o partidos con sus dadivas electorales viven y sobreviven en el poder. El poder soberano es el pueblo.
Jueves, 16 de julio de 2015
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