SUS RESTOS FUERON SEPULTADOS JUNTO A LOS DE SUS PADRES En Curuzú Cuatiá ya descansa Pedro Galeano, una de las miles de víctimas de la dictadura Fue asesinado en julio de 1976 pero su familia recién en marzo pasado recibió la confirmación de que estaba sepultado en el cementerio de Rosario. Ayer, cuando cumpliría 60 años, fue inhumado en su ciudad natal. Participaron de la ceremonia familiares, representantes de organizaciones de Derechos Humanos y autoridades. Bajo la lluvia llegaron ayer los restos del curuzucuateño Pedro Galeano, que fue asesinado en Rosario durante la última dictadura militar. Familiares, integrantes de organizaciones de derechos humanos y autoridades locales participaron de la ceremonia en el cementerio “Nuestra Señora de los Desamparados”, donde ahora descansa junto a sus padres. Después de casi 40 años, en marzo pasado, sus seres queridos recibieron la confirmación de que sus restos estaban sepultados en la ciudad santafesina. A partir de allí iniciaron los trámites correspondientes para que fuera restituido a su ciudad natal, donde Pedro vivió, se destacó tanto en las aulas como en las actividades deportivas y por supuesto, disfrutó del cariño de su papá Jorge Raúl, su mamá Delia y de sus hermanos Jorge y Enrique. (Ver recuadro) “Mis padres ya no están pero queremos que él esté acá junto a ellos”, había manifestado Enrique a El Litoral. Precisamente, ese momento que esperaban se concretó ayer a las 10. Primero hubo una ceremonia en la capilla del cementerio de “Nuestra Señora de los Desamparados” y luego sus restos fueron sepultados en el panteón en el que descansan sus progenitores. Familiares de Pedro, autoridades locales, representantes de organizaciones de derechos humanos de Curuzú Cuatiá y Paso de los Libres, como así también quien fuera su novia cuando fue secuestrado, Adriana Beade, presenciaron la inhumación. En diálogo con El Litoral, ella recordó que ambos eran estudiantes y se conocieron militando en la Juventud Universitaria Peronista. Pedro cursaba Ciencias Económicas y Adriana, Historia. A los dos los secuestraron durante la última dictadura militar y los llevaron al Servicio de Informes de la Jefatura de Rosario. Lugar donde ambos se vieron por última vez porque Pedro fue trasladado a la Unidad Penitenciaria Nº 3 de la ciudad santafesina, trayecto en el cual terminaron con la vida del joven curuzucuateño. En tanto, Adriana continuó detenida ilegalmente en el Servicio de Informes de la Jefatura hasta que en diciembre de 1976 la derivaron a la cárcel de Devoto. “A partir de ahí es como que reconocieron legalmente que estaba detenida”, indicó a este medio gráfico. En ese lugar permaneció hasta fines del 79 cuando la liberaron. Por temor, después de todo lo vivido, se estableció durante varios años en España. “Pero luego regresé y estoy feliz de estar en mi país”, aseveró Adriana, quien destacó la importancia de que los restos de Pedro puedan descansar en Curuzú Cuatiá junto a sus padres.
Martes, 30 de junio de 2015
|