SUPERCLÁSICO ESCANDALOSO El veedor de la Conmebol admitió que querían continuar el partido en la Bombonera pese al escándalo Roger Bello reconoció que la decisión de suspender el Superclásico se demoró porque la voluntad del organismo era reiniciar las acciones. Roger Bello fue uno de los protagonistas de la noche en la Bombonera luego de la agresión con gas pimienta que sufrió el plantel de River cuando se disponía a ingresar al campo de juego para disputar el segundo tiempo del Superclásico. El veedor de la Conmebol estuvo todo el tiempo en contacto con las máximas autoridades de la entidad, resolviendo la continuidad de un encuentro que, finalmente, se suspendió.
Bello admitió que telefónicamente explicó lo que ocurrió a Juan Ángel Napout, el presidente de la entidad, y que este "pidió jugar el partido si se pudiera", aunque solicitó que la decisión final la tomara el árbitro.
"En un partido de fútbol, la autoridad máxima es el juez central. El árbitro me pidió si podía llamar a los médicos del doping para que inspeccionen y atiendan a los jugadores de River", relató el dirigente boliviano a Radio La Red.
En esa línea, reconoció: "Creía que se podía reiniciar el partido. Pero, cada vez que íbamos a ver a los jugadores, veíamos que no había mejoría. La idea era continuar con el partido, pero, al no poderse, el árbitro decidió la suspensión".
El veedor de la Conmebol negó haber recibido presiones de los jugadores de Boca y sostuvo que solo se reunió con ellos en el terreno de juego "para dialogar y ver si avanzaba la situación de los jugadores de River".
Asimismo, planteó que la demora en la decisión de suspender el encuentro se debió a que siempre se evalúan las circunstancias. "Para nosotros era más fácil esperar", afirmó, y contó que tanto él como el árbitro Darío Herrera han elevado sus correspondientes informes de lo sucedido a la Conmebol.
"Esto no terminó de la manera que uno quiere, pero no hubo mayores incidentes. La policía tuvo un excelente trabajo", concluyó.
Sábado, 16 de mayo de 2015
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