MENSAJE A LOS POLÍTICOS La Iglesia Católica llamó a indignarse ante la corrupción GALERÍA DE FOTOS Muchas fueron las conclusiones que dejó la disertación de Monseñor Jorge Casaretto en la noche del martes 12 de mayo. “Tenemos una Iglesia Católica reconciliada; Argentina es el país que más ha trabajado en el ecumenismo. Nos destacamos por esto… pero aún falta la reconciliación nacional, de todos los argentinos”, remarcó. Habló de la corrupción, afirmando que en todo cristiano debe causar “indignación”; y bregó por el diálogo fecundo, el consenso, y un proyecto de país. Los Diputados, dijeron presente.
El Presidente de la Cámara de Diputados Pedro Cassani, encabezó una nutrida comitiva legislativa que asistió a la charla brindada por Monseñor Jorge Casaretto denominada "La acción política: un compromiso para el bien de todos", desarrollada en la noche del martes 12 de mayo en el Hogar Escuela, ante la presencia de funcionarios públicos, representantes de instituciones intermedias, e interesados en general.
En la oportunidad, Cassani fue invitado por la organización a entregar en representación del cuerpo parlamentario que integra, un presente al disertante; por lo que tras subir al escenario central, y obsequiarle un “símbolo correntino”, le señaló a Monseñor Casaretto su complacencia por su estadía en Corrientes; recordando con orgullo y afecto su participación en el “Encuentro Nacional Repensando la Política”, llevado a cabo en Rio Cuarto, Córdoba en el año 2010, organizado por Comisión Episcopal de Pastoral Social. “Jamás olvidaré ese acontecimiento”, le dijo, para enfatizar que allí no solo expuso su vivencia política junto a otros dirigentes del país, sino que tuvo el verdadero placer y privilegio de conocerlo personalmente.
En efecto, Monseñor Jorge Casaretto, viene hace mucho tiempo bregando para que la clase política en general comience una etapa de “reconciliación” basada en el diálogo, consenso, y un proyecto claro de país. Al respecto señaló sin medias tintas: “los Argentinos, en estos 30 años de democracia, no elaboramos un proyecto de país, y a medida que se ha ido tomando el poder cada uno, alimentó su relato; pero es el relato de un grupo, o de una parte del país. No es el proyecto de país. Y esta es una deuda muy fuerte que tenemos los argentinos con nosotros mismos”, advirtió, para sentenciar que “a veces, el pasado condiciona el presente, porque no hay proyecto de futuro. Cuando no hay proyecto, el pasado tiene más peso”.
Otro de los temas abordados de manera magistral, fue el de los “liderazgos”. Tras remarcar que “deben haber jóvenes preocupados por el bien común” y que se debe colaborar como sociedad (gremios, instituciones intermedias, etc) en la formación de los mismos (ya que los partidos políticos desaparecieron como formadores), sostuvo que es necesario nuevos liderazgos en base al “servicio” y no “el ser servido”. “El liderazgo bajo la auto-promoción No. El líder tiene que ser un servidor”, concluyó. En el mismo marco, comentó que la Iglesia Católica hace su aporte en este sentido de formación.
Un párrafo especial se mereció la “pobreza”. “En el Diálogo Argentino nacieron los subsidios. No había más remedio. Era para evitar violencia. El entonces presidente buscó los fondos. Pero nosotros dijimos: esto es una solución provisoria, y debe ser en base a una contraprestación; porque sino se convertiría en un paliativo contraproducente… Hay que retomar la cultura del trabajo, de la educación”, dijo.
“Tenemos un desafío, que es combatir la pobreza y la exclusión. Porque, quienes hacen que el pobre tenga poder?. Nadie. No hay representación de la pobreza. En algún momento estaban los piqueteros; pero no tienen fuerza. La Iglesia, en este sentido, también está demandada a un PLUS en su accionar, a favor de los pobres”, manifestó.
Sobre el particular, opinó que los sindicatos, tienen que pensar en la pobreza; más allá de la atención a sus afiliados. “Son muy buenas las sociedades intermedias. Pero no toman al bien común como interés, sino solo lo particular… O sea, tenemos que superar el interés particular de las instituciones. Ir más allá de los intereses de sus miembros”, fueron sus palabras.
No a la corrupción y narcotráfico
Hablando de la necesidad del “silencio” para saber escuchar, admitió que a los argentinos nos cuesta encontrar consensos. “Estamos en tiempo electoral, cada uno se diferencia, lo cual no está mal. Pero esa diferencia no debe llevar a enfrentamientos”, señaló para continuar su alocución con datos bíblicos: “Jesús con el único que no dialoga es con el demonio, porque al demonio hay que enfrentarlo… En Argentina, con el mal no tenemos que dialogar. Con el mal tenemos que aplicar la justicia. Al narcotraficante, hay que encarcelarlo. No podemos seguir permitiendo que sigan corrompiendo a nuestra juventud. Esos representantes del mal absoluto, deben ser llevados a la Justicia. Con la corrupción, tenemos que aplicar JUSTICIA. No hay otra manera de enfrentar la corrupción”.
“La pobreza y la exclusión se ha agravado por la corrupción y la droga, y esto lo hemos denunciado oportunamente”, recordó.
Previamente en el inicio de su alocución, se refirió a la corrupción señalando que “uno tiene que indignarse ante ella”. “Debe generar en todo cristiano, indignación”, dijo.
Sobre el Conocimiento
Monseñor Casaretto también instó a los políticos a escuchar a quienes saben, y citó en su ponencia a Stefano Zamagni, profesor de Economía Política, uno de los principales exponentes de la corriente de pensamiento conocida como economía civil, donde se aborda el “bien común”.
“Zamagni decía, saben que pasa hoy en día en las democracia modernas?. En las democracias antiguas, los hombres más instruidos, los que tenían el conocimiento; eran los que gobernaban los países. Hoy en día no es así. Porque nuestros representantes políticos, gracias a Dios, cualquier persona que incluso no tenga conocimientospuede llegar a gobernar a un cargo destacado en la política. Y eso es un avance, porque gente muy humilde ha podido acceder a los cargos políticos… Zamagni dice hoy estamos en la sociedad del conocimiento. También Juan Pablo lo dijo, en los países un momento determinado, el gran bien era la tierra, la posesión de la tierra; en otro momento, lo fue el dinero; pero hoy lo es el conocimiento. A mayor conocimiento, mayor poder. Y ese conocimiento está en la sociedad civil…. Entonces, y es una clave importante: Zamagni en las democracias modernas le falta una comunicación mucho más fuerte, entre lo que es la sociedad civil y la sociedad política. Porque la sociedad civil da el conocimiento, y la política es la que asume las determinaciones. El desafío es ver como juntamos esto, la dimensión de los que saben, con los que determinan”, dijo.
Al respecto, citó como ejemplo el tema “Ambiental”. “Si los que determinan sobre el medio ambiente no saben, porque no estudiaron, porque no consultaron con los que saben, sería un desastre”, expuso.
Un poco más de Casaretto
Contado por él mismo ante su público, Monseñor Casaretto tiene 78 años. A los 22 años ingresó al Seminario.
Según sus palabras, asistía a la Cámara de Diputados, de su época, ya que le interesaba la política. De hecho, afirmó que “estuvo afiliado a un partido político”, del que prefirió mantener reserva.
“Ibamos a escuchar a los diputados. Todo eso me hizo bien. Dios me fue encaminando. Y así llegué a Caritas”, relató para contar luego la etapa de reconciliación de la Iglesia Católica, tras la época de violencia.
Posteriormente contó que “en el año 81 la Iglesia era una de las pocas instituciones en pié. A partir de ahí hubo un proceso de reconciliación interna. Hoy tenemos una Iglesia reconciliada, que defendió a los desprotegidos… Todo el orden ecuménico está reconciliado. Argentina es el país que más ha trabajado en el ecumenismo. Nos destacamos por esto”, indicó para decir: “pero aún falta la reconciliación nacional, de todos los argentinos”, remarcó.
Miércoles, 13 de mayo de 2015
|