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EN MEDIO DE LA CRISIS Michelle Bachelet dilata decisiones sobre el nuevo gabinete chileno Esta noche vence el plazo autoimpuesto por la mandataria El inminente cambio del gabinete de la presidente de Chile, Michelle Bachelet, ha generado una gran expectación en todo el país. El cambio en el Gobierno, anunciado la noche del pasado miércoles por la jefa de Estado durante un programa televisivo de entrevistas, se espera para antes de las 22:00 horas del sábado (01:00 GMT del domingo), según el plazo anunciado públicamente por la mandataria, aunque no hay confirmación oficial de que así vaya a ser.
A lo largo de este viernes, los patios y pasillos de La Moneda fueron un hervidero de rumores sobre qué ministros se marcharían y cuáles permanecerían, toda vez que la presidente le ha pedido la renuncia a los 23 integrantes del gabinete para así poder armar el nuevo equipo sin ningún tipo de cortapisas.
Hasta el momento, lo único seguro es que en el nuevo gabinete de este segundo mandato de Bachelet, el ministro de Relaciones Exteriores seguirá siendo Heraldo Muñoz, a quien la gobernante ratificó en el puesto el pasado miércoles.
El canciller Muñoz se encontraba en la ciudad holandesa de La Haya encabezando la delegación chilena que asistía a los alegatos orales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la demanda presentada por Bolivia para tener un acceso soberano al océano Pacífico.
Periodistas, fotógrafos y camarógrafos de medios chilenos y extranjeros aguardaron durante toda la jornada del viernes en las puertas de La Moneda para hablar con los ministros o alertar sobre eventuales desalojos de los despachos oficiales.
Pero la única destitución que se produjo este viernes fue la de Erika Silva, ex jefa de gabinete de Sebastián Dávalos, el hijo de la presidente Bachelet, quien en febrero pasado tuvo que renunciar al conocerse su participación en el llamado caso Caval, un multimillonario negocio inmobiliario por el cual ha sido imputado.
El motivo del cese de la funcionaria fue que en las redes sociales responsabilizó abiertamente al ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, del mal manejo político del caso Caval.
A través de Twitter y Facebook, Silva acusó a Peñailillo de no haber informado adecuadamente de la magnitud del escándalo a la mandataria cuando ésta se encontraba de vacaciones en un lugar del sur de Chile muy aislado.
"La Presidenta confió en el Ministro Pañailillo mientras estaba en Caburga. El Ministro Peñailillo no fue capaz de dimensionar el impacto", señaló Erika Silva en un tuit.
La tesis de la funcionaria hoy cesada se abona sobre la bases de las propias declaraciones de Bachelet en la entrevista televisiva del pasado miércoles, cuando reconoció que no fue capaz de dimensionar adecuadamente lo que estaba sucediendo, ya que recibió "información fragmentada" y no fue asesorada adecuadamente.
"No hay nada más sanador que la verdad: la presidenta Bachelet no miente. Lo digo yo, que fui testigo directa", escribió también Erika Silva.
Y posteriormente agregó en Facebook que si la presidente no regresó inmediatamente a Santiago para tomar las riendas de la situación creada por el escándalo que salpicaba a su hijo fue porque el ministro del Interior le aconsejó que siguiera de vacaciones y así dar una señal de normalidad.
En efecto, en la entrevista televisiva del miércoles con el presentador Mario Kreutzberger ("Don Francisco"), la presidente reveló que le aconsejaron que no volviera a Santiago, cosa que hizo pese a su "intuición". "No me di cuenta de la dimensión del problema", confesó Bachelet.
Sábado, 9 de mayo de 2015
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