BRASIL Brasil acepta que los socios del Mercosur negocien acuerdos por fuera del bloque Por primera vez desde la fundación del mercado común en 1991, el socio mayor propone dar más "libertad" para negociaciones individuales. Satisface demandas históricas de Uruguay y Paraguay, pero da un golpe a la Argentina
"El Mercosur es un casamiento indisoluble, pero eso no significa que no se pueda discutir la relación", dijo el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Armando Monteiro, en un sorpresivo giro a la política de su país hacia el bloque. Su opinión es aún más relevante porque Brasil ejerce en este semestre la presidencia rotativa del bloque.
El funcionario habló ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, donde explicó parte de las estregias del Gobierno para revertir la crisis económica que atraviesa.
Según el ministro, "no hay nada el mundo que cristalice a tal punto que impida hacer ajustes y darle a los países, como Brasil, un mayor grado de libertad para ir en dirección de nuevos acuerdos" comerciales con otras naciones o bloques.
Las normas del Mercosur impiden que los países miembros negocien acuerdos comerciales en forma individual e imponen la obligatoriedad de que las tratativas sean en conjunto, lo cual ya ha sido criticado por Uruguay y Paraguay, que integran el bloque junto con Argentina, Brasil y Venezuela.
Imágen de la última reunión de presidentes del Mercosur se realizó en diciembre pasado en Argentina. El uruguayo José Mujica aún no había entregado el mando a Tabaré Vàzquez.
Monteiro consideró que esa norma es uno de los factores que traba las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), estancadas desde hace más de una década. Explicó que, aunque ya fueron solventados, hubo problemas con Argentina en el momento de preparar la oferta que el Mercosur se propone presentar al bloque comunitario.
Explicó que esa oferta fue finalmente completada y cubre más del 80 % del universo comercial con la UE, pero también sostuvo que la negociación, si fuera efectivamente retomada, pudiera seguir a unas "velocidades diferentes", según las condiciones de cada país del Mercosur.
"Brasil tiene interés en dar una señal clara, sobre todo a Argentina, de que tiene más urgencia" para alcanzar un acuerdo con la UE, dijo Monteiro.
El ministro apuntó que "si Argentina tiene tiempos diferentes, es necesario hallar mecanismos para avanzar en el proceso, respetando la posición del bloque, pero garantizando unos tiempos distintos para cada país".
Según Monteiro, la delicada situación económica de Brasil impone la necesidad de ampliar el comercio exterior, a fin de apalancar la retomada del crecimiento que persigue el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
En 2014 la balanza comercial de Brasil cerró en rojo por primera vez en catorce años y registró un saldo negativo de 3.930 millones de dólares.
Beneplácito en Uruguay
El giro de Brasil ha caìdo muy bien en Montevideo, que desde hace años reclama que se le autorice negociar tratados comerciales por fuera del "corset" del Mercosur.
En declaraciones al diario El Observador, el canciller Nin Novoa reveló que “la flexibilidad” que se le pide al Mercosur lo conversó personalmente el 16 de abril con Monteiro y con el canciller Mauro Vieira, cuando en Brasilia prepararon la cumbre entre los presidentes Tabaré Vázquez y Dilma Rousseff, prevista para el próximo 21 de mayo.
“A Uruguay le interesa ir todos juntos a negociar con Europa u otros bloques, pero si no podemos ir todos juntos, que se acepten distintas velocidades como lo hizo la Unión Europea con el grupo Andino, donde Ecuador pidió retrasar su ingreso y lo concretará ahora”, afirmó Nin Novoa
Viernes, 8 de mayo de 2015
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