MENSAJE DEL ARZOBISPO DE CORRIENTES Monseñor rezó por la dignidad de los trabajadores y más oportunidades En el marco del Día Internacional de los Trabajadores, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, hizo llegar su mensaje a la comunidad y destacó que hay que valorar el don del trabajo. En ese contexto habló de la dignidad que debe generar el empleo y reclamó más oportunidades para los jóvenes. Deseo compartir el gozo y la fatiga que para todos implica el trabajo. Y al mismo tiempo, unirme a la súplica de todo hombre y mujer creyentes, para pedir a Dios Padre y Creador que nos ayude a valorar el don del trabajo, a colocar la persona en el centro de la actividad humana, y a alabarlo por habernos creados a su imagen y semejanza, inició su mensaje. Luego Stanovnik recordó a la familia de Nazaret, su sacrificio y ejemplo: En ella observamos tres cosas: la primera, vemos a una familia en la que todos trabajan; la segunda, el trabajo de todos coopera al crecimiento de la familia; y la tercera, la familia encuentra tiempo y lugar para la fiesta. En efecto, José trabajaba como carpintero; María se ocupaba de las cosas de la casa y ayudaba a su parienta, Isabel; y Jesús trabajaba con José. Además, subían todos los años a Jerusalén para las fiestas religiosas. Llamó al pueblo correntino a valorar el trabajo en todos las esferas. Más allá del ámbito histórico, social y cultural en el que vivió la familia de Nazaret, en esa experiencia hay dos realidades esenciales y válidas para todos los tiempos: una es que todo se encamina hacia al bien de la persona; y otra: el bien de las personas se comprende cabalmente cuando están orientadas hacia Dios. En este contexto, el trabajo aparece como un don de Dios, que no tiene un fin en sí mismo ni está dirigido meramente a satisfacer apetencias individuales, y menos aún que se valorara sólo en base al tipo de trabajo. Todo trabajo es digno cuando se realiza con responsabilidad, por un propósito noble y para el bien de la familia y de la comunidad, dijo en su mensaje. En el párrafo final remarcó: Dios quiera que la conmemoración del Día de los Trabajadores mueva las voluntades de todos aquellos que tienen el poder de dar dignidad al trabajo, de crear también las condiciones para que a nadie le falte la oportunidad de trabajar, de favorecer la cultura del trabajo y de hacer que el trabajo sea más justo y digno para todos.
Sábado, 2 de mayo de 2015
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