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SIN ACLARACIONES El Indec corrigió los datos de 2013 y redujo en u$s1.000 millones el superávit comercial El organismo de estadística modificó sin explicaciones las cifras de exportaciones en u$s1.366 millones y también de importaciones en u$s346 millones. El excedente se redujo a 8.004 millones de dólares. Drástica baja en el trimestre
Sin mediar aclaraciones sobre qué factores determinaron que se hiciera una corrección tan marcada del valor de las ventas de productos argentinos al resto del mundo, el Indec pareció responder a las críticas de estudios privados que habían alertado en las últimas semanas que en 2013 se había sobre estimado el monto de las exportaciones en más de 8.000 millones de dólares.
La diferencia había surgido entre el cotejo de las estadísticas informadas por el Indec y el monitoreo del comercio multilateral, con los principales socios comerciales, el cual usualmente arroja brechas de hasta 4 por ciento, pero ahora había superado el 10 por ciento.
De ahí surge que una parte de la drástica baja de las reservas del Banco Central en el último año se originó en el menor superávit comercial.
Primer trimestre
Y pese a la revisión de todas las estadísticas de 2013 a la baja, el resultado del primer trimestre no pudo evitar mostrar una drástica disminución del excedente de divisas que genera el intercambio de bienes en el último mes: pasó de 521 millones informado originalmente para marzo de 2013 a sólo 41 millones de dólares ahora.
El superávit del primer trimestre fue el menor desde 2001
Semejante merma, pese al incentivo que se buscó dar a los exportadores y el desaliento a los importadores con una devaluación competitiva en enero de más de 23%, las primeras declinaron 9% a u$s15.877 millones y las segundas sólo 1%, a 15.756 millones de dólares.
El trimestre cerró con un superávit de apenas 121 millones de dólares, muy poco en comparación con 1.499 millones de similar tramo del año anterior.
Fue el menor nivel desde los primeros meses de 2001 cuando la economía argentina comenzaba a acusar severas pérdidas de competitividad, luego de casi una década de estabilidad cambiaria y aumento de los costos en dólares de las empresas.
Algunos empresarios pensaron que con la devaluación de enero el equipo económico iba a comenzar una política de aliento a las exportaciones y desincentivos a las importaciones suntuarias y el turismo. Sin embargo eso no ocurrió pese a que la tasa de inflación saltó de un rango de 2 a 3 por ciento, y con ello se cerraron oportunidades comerciales.
Para peor el manejo discrecional en las autorizaciones de pago de importaciones complicó los programas de producción y con ello las posibilidades de hacer promesas de exportación, dada la alta dependencia de la producción nacional de insumos y partes de origen foráneo.
Sábado, 26 de abril de 2014
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