ANÁLISIS Emilio Rotela: Una militancia representativa, constructiva e independiente En esta década perdida donde los Kirchneristas han usurpado y bastardeado tantos signos nacionales como partidarios, ya que en un principio se autoproclamaron más peronistas que Perón, no quedo excluido la palabra militante. Usándola peyorativamente y lamentablemente a aquellos que denigrados muchas veces en su persona, solo han podido elegir ser aplaudidores, bufones o subsidiados del poder al solo fin de obtener, en los niveles más alto por supuesto, un nuevo status económico. Cuán lejos ha quedado la militancia de las convicciones e ideales, la militancia para la construcción de un poder popular con los movimientos sociales y fuerzas políticas para que en el futuro nos encuentre consolidados en un frente programático alternativo a los contubernios electorales. Militantes, hombres y mujeres al fin, que piensen y sientan que el único objetivo es el bien de la Nación. En esta época de desgaste social y político, ya no solo los peronistas debemos entender que no todo se termina ganando una elección, sino instalando definitivamente una justicia social que abarque a todos los estamentos de la sociedad. Es por ello que desde el movimiento obrero surgió la idea de asumir esta responsabilidad de cambios, una propuesta que abarque a todos los sectores de nuestra sociedad y que atravez de propuestas e intercambios de ideas y proyectos podamos llegar a soluciones de temas que aun afectan a gran parte de nuestro país. Por esto pensamos y creemos que nuestra Cultura es la defensa de nuestros orígenes y futuro, la Educación el alimento que sustenta nuestra existencia y el Trabajo el valor único de la dignidad humana. La militancia entonces va más allá del creerse “tenerla más grande que el otro”, militancia es doctrina, trabajo, sueños, ideales, lucha permanente bien direccionada y fundada, solidaridad a flor de piel con el que menos tiene, pero sobre todo lealtad y nobleza en la vida para poder llevar y sustentar estos principios. A los jóvenes les pido que no se dejen engañar por falsos pragmatismos partidarios, los cuales en muchos casos llevan décadas de poder, y solo nos han llevado al letargo social. Este letargo que les permitió a esa casta política llenarse los bolsillos, mientras vos militante caminas por tu barrio sin rumbo. Está en nuestras manos el cambio hacia una nueva Argentina, que no necesita de estentóreos discursos y palabreríos barato. Solo necesita para ser grande, el respeto a su Cultura, un pueblo con Educación, y un Trabajo genuino y digno para cada conciudadano.
Miércoles, 11 de marzo de 2015
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