COPA LIBERTADORES El Rolfi Montenegro inventó un penal y Huracán rescató un agónico empate Dejó atrás sus ansiedades, pero asomaron muchas otras sensaciones. No todas buenas. Como por ejemplo la lesión de Marcos Díaz , todo un referente y pilar del conjunto de Parque de los Patricios. Sí disfrutó del regreso del hijo pródigo, Daniel Montenegro , que volvió a Parque de los Patricios para vestir la camiseta del club que lo vio nacer. Y luego está lo deportivo, los cambiantes sentimientos que tuvo el partido, con errores arbitrales incluidos. Huracán gestó una decena de situaciones claras en el primer tiempo, oportunidades que tuvieron a Torassa , Gamarra y Abila como protagonistas. Mineros, en cambio, ideó sólo una, pero fue la que abrió el marcador y silenció el estadio Ducó a partir de un tiro libre ejecutado con potencia por Valoyes y que ingresó en el palo de Marcos Díaz.
En un primer tiempo en el que Huracán era superior, pero se había complicado con el gol de tiro libre de Mineros, el Globo logró el empate parcial con un curioso tanto marcado por Lucas Villarruel . Primero, por el mal despeje de un defensor y después por el error del arquero Rafael Romo.
Pero la felicidad enseguida se topó con un mal paso: el de Marcos Díaz al doblarse la pierna izquierda. Aún no hubo un diagnóstico certero y hoy se le realizarán estudios para comprobar el grado de su lesión. Apenas el árbitro marcó el final del primer tiempo, los jugadores de Huracán se dirigieron al banco en el que estaba sentado, y acongojado, el arquero. La reacción fue con silencio y caras largas.
A pesar de jugar en terreno de su rival, Huracán no conseguía instalar su dominio. Los minutos pasaron con un componente de nervios imposible de soslayar, que incluyeron dos tiros en los palos del arco defendido ahora por Matías Giordano. En ese momento la tensión creció y hasta se apoderó de la tribuna, donde un grupo de hinchas locales se tomaron a golpes y tuvo que intervenir la policía. Entró el Rolfi Montenegro, ahora ovacionado por su regreso a casa, y calmó el ambiente.
El Globo sintió el rigor de la injusticia cuando el árbitro Adrián Vélez marcó un penal por un contacto inexistente de Mancinelli sobre Valoyes, que amplió desde los doce pasos. Pero luego la equivocación se mudó de área, cuando el juez marcó una supuesta infracción de Machado sobre el Rolfi. Eduardo Domínguez decretó la igualdad definitiva. Al menos un consuelo en un debut cambiante y con muchas sensaciones.
Miércoles, 25 de febrero de 2015
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