VIOLENCIA Tras los acuerdos de paz, continúa la violencia en Ucrania y hay 18 muertos La violencia reinaba el viernes en el este separatista prorruso de Ucrania, pese a los acuerdos de paz suscriptos la víspera en Minsk y las amenazas occidentales de más sanciones contra Rusia si no se detiene el conflicto. Las autoridades rebeldes indicaron que los bombardeos contra su feudo de Lugansk, en la noche del jueves al viernes, causaron la muerte a tres civiles. Además, cuatro personas murieron en Gorlovka y tres en la ciudad de Donetsk. Por su parte, según Kiev, ocho de sus soldados perdieron la vida en las últimas 24 horas.
En total, son 18 las víctimas desde que los rebeldes y el gobierno de Kiev acordaron el jueves un plan de paz en Minsk, en presencia de los dirigentes de la propia Ucrania y de Rusia, Francia y Alemania.
El plan prevé un alto el fuego desde el domingo a las 00:00 locales y la posterior retirada de armas pesadas por parte de ambos contendientes.
El frágil acuerdo -la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que "no se hacía ilusión" al respecto- podría poner fin a 10 meses de conflicto en el este del país, que ha dejado 5.480 muertos y provocado tensiones entre Rusia y Occidente inéditas desde el fin de la Guerra Fría.
Kiev y los países occidentales acusan a Rusia de alentar la subversión de los rebeldes del este, suministrándoles armas y tropas. Moscú rechazas esas acusaciones.
"SI LA TREGUA FUNCIONA, ESTAREMOS MUY CONTENTOS CON EL ACUERDO. PERO SI HAY DIFICULTADES, NO DESCARTAMOS OTRAS SANCIONES"
El jueves por la noche, tras la cumbre europea de Bruselas, Merkel advirtió que la Unión Europea podría adoptar más sanciones contra Rusia si el alto el fuego no es respetado en Ucrania.
"Si (la tregua) funciona, estaremos muy contentos con el acuerdo. Pero si hay dificultades, no descartamos otras sanciones", dijo la canciller.
Tal es, asimismo, la posición del presidente francés, François Hollande, que participó en las 17 horas de negociaciones de Minsk, junto a sus homólogos ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Petro Poroshenko.
Si el cese del fuego no se respeta, "volveremos al proceso (...) de sanciones, que se añadirán a las ya aplicadas", aseguró.
"EL ACUERDO ESTÁ LLENO DE AGUJEROS Y PLANTEA MUCHOS INTERROGANTES SOBRE SU APLICACIÓN"
No obstante, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó este viernes que Rusia quería establecer un alto el fuego "inmediato" y no desde el domingo 15, fecha elegida finalmente bajo presión de los representantes de los separatistas en Minsk.
En el campo de batalla, fuentes militares ucranianas indicaron este viernes que se libraban combates en torno a la estratégica ciudad de Debaltseve, donde los separatistas prorrusos aseguran haber "rodeado" a miles de soldados ucranianos, algo que Kiev niega.
Esta ciudad se halla a medio camino entre los feudos rebeldes de Donetsk y Lugansk, en el este del país. El jueves, Putin había llamado a los soldados ucranianos rodeados en Debaltseve a "deponer sus armas" para que el cese del fuego acordado en Minsk pudiera entrar en vigor el domingo.
Además, durante las negociaciones de Minsk, el gobierno de Kiev acusó a Rusia de desplegar 50 tanques en el este de Ucrania, reduciendo aún más la confianza que suscita Moscú entre los demás países europeos.
"Nuestra confianza en la buena voluntad del presidente Putin es limitada, por eso debemos mantener nuestra determinación sobre las sanciones", dijo el jueves el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Por su parte, Estados Unidos también le dio una cauta "bienvenida" al acuerdo de cese del fuego firmado en Minsk, pero advirtió que debe concretarse en el terreno.
La Casa Blanca dijo que ahora Rusia debe "poner fin a su apoyo a los separatistas y retirar sus soldados y equipos militares del este de Ucrania".
Los expertos tampoco son nada optimistas sobre los acuerdos de Minsk, que "tienen todas las posibilidades de fracasar en los próximos meses, y hay que esperar este año una escalada de la violencia y un endurecimiento de las sanciones", escribe Eurasia Group en una nota de análisis.
"El acuerdo está lleno de agujeros y plantea muchos interrogantes sobre su aplicación", coincide Eugene Rumer, director del programa sobre Rusia para el grupo Carnegie Endowment for International Peace.
Sábado, 14 de febrero de 2015
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