BOCA El día Osvaldo: la agitada vida del delantero estelar que llegó a Boca Es la máxima figura del mercado de pases y cuenta con una prestigiosa carrera. Tiene, sin embargo, un conflictivo lado B: acusaciones de su ex pareja, peleas con compañeros y técnicos, y varias multas "Estudio guitarra y piano. No soy un amante del fútbol. Lo juego y basta, luego me desconecto", dijo Pablo Daniel Osvaldo en noviembre de 2011 en una entrevista publicada por el diario italiano La Gazzetta dello Sport horas después de que el delantero decidiera representar a la Selección de Italia luego de esperar una citación desde la AFA que nunca llegó: "Espero que la Argentina se arrepienta de no haberme llamado", agregaba el jugador que se transformará en la estrella del mercado de pases una vez que hoy finalmente firme su vínculo con Boca Juniors. La rebeldía es parte de su vida y su carrera, por cierto prestigiosa, se ha visto varias veces alterada por esa característica...
Nacido en Lanús en enero de 1986, el delantero jugó en las inferiores del "Granate" y de Lanús pero su debut en Primera fue en Huracán, allá por 2005, en un equipo entonces dirigido por el actual técnico del club de Parque Patricios, Néstor Apuzzo, y donde convirtió 11 goles en 33 partidos. Rápidamente emigró a Europa para protagonizar un raid por equipos como Atalanta, Lecce, Fiorentina, Bologna, Espanyol, Roma, Southampton, Juventus e Inter de Milán para alcanzar un total de 286 partidos y 92 goles.
En agosto de 2011 Osvaldo acababa de fichar por el Espanyol de Barcelona por una cifra cercana a los 20 millones de dólares. Lejos de querer pasar inadvertido el jugador se paseaba en un mini cooper pintado de celeste y blanco y con una inscripción en las puertas que decía "D10s es Argentino" que provocaba la curiosidad de todos. Por esos días ocurrió uno de los primeros incidentes de su carrera que se hizo público luego de que se le endilgaran declaraciones en las que habría dicho que el Espanyol no era un club grande y que en el Olímpico de Roma sí sentiría la presión del público (ndr: cuando la Roma de Italia negociaba por él).
Consultado al respecto, respondió: "Pido perdón a los hinchas del Espanyol por la forma y celeridad en que me fui. Aclarado eso, diré que me fui de mala manera para evitar hablar y decir cosas, en caliente, de las que luego me hubiera arrepentido".
En noviembre de 2011, ya en la Roma, fue multado por el club italiano con 50 mil euros y 10 días de suspensión luego de que en el vestuario golpeara a su compañero de equipo y compatriota Erik Lamela, por una jugada de un partido. Poco después de lo ocurrido el atacante declaró a la TV italiana: "Siento mucho lo sucedido, pero son cosas que deben permanecer en el camarín, después de cinco minutos me había arrepentido y ofrecí disculpas a todos".
En mayo de 2013 Roma y Lazio disputaron la final de la Copa Italia ante un Estadio Olímpico repleto para ver un clásico que todos esperaban. El técnico del equipo de la capital, Aurelio Andreazzoli, dejó a Osvaldo en el banco y sólo lo puso en el minuto 76' como último recurso cuando los suyos perdían 1-0, resultado que terminó siendo definitivo. Al término del encuentro el argentino le reprochó al entrenador su tardío ingreso y luego en su cuenta de Twitter escribió un duro mensaje: "Sería mejor si admitieras que estabas despistado. Vete a celebrar con los de la Lazio". La consecuencia fue una dura respuesta del DT: "Osvaldo es un llorón", dijo.
Los hinchas de la Roma comenzaban a considerarlo como un estorbo, un jugador problemático, y fueron varios los que lo insultaban en los entrenamientos. "Pesetero", lo llamaban, y el jugador tuvo varios cruces con los "tifosi": "Los agarro uno por uno cuando quieran", llegó a decir.
En octubre de 2013 su ex mujer, Nina Oertlinger, hizo público en un programa de la TV argentina su conflictiva relación con el jugador, con quienes son padres de un niño. La mujer lo acusó de no cumplir con sus deberes ni económicos ni emocionales, a lo que el futbolista respondió con un largo comunicado en el que entre otras cosas decía: "Abono una cuota alimentaria mensual de $25.000 que evidentemente resulta suficiente y por demás holgada, para solventar los gastos originados en su vida diaria; circunstancia que la señora oculta deliberadamente".
Los problemas internos lo llevaron a tomar la decisión de irse y su nuevo destino fue el Southampton de Inglaterra, donde también tuvo problemas. En enero de 2014 fue suspendido por dos semanas: "El club ha decidido suspender a Osvaldo porque su conducta no condice con lo esperado de los jugadores", dijo entonces la institución en un escueto pero contundente comunicado.
Finalmente, a comienzos de 2015, tuvo un fuerte altercado con Mauro Icardi, su compañero en el Inter, luego de una jugada en la que el joven delantero decidió terminar una jugada de manera individual cuando Osvaldo se encontraba en mejor posición de cara al gol. En pleno partido hizo ampulosos gestos, lo insultó y hasta le quiso pegar. El técnico Roberto Mancini decidió primero suspenderlo por algunos días y cuando el delantero debía volver a los entrenamientos lo hizo tarde, lo cual sentenció su salida del club.
Hoy llegará a la Argentina y firmará su vínculo con Boca. Su prestigiosa carrera impone respeto pero sus problemas disciplinarios obligan a seguirlo de cerca... y a no hacerlo enojar.
Miércoles, 11 de febrero de 2015
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