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RIVER Patrón de conducta: las tres expulsiones de Teo en clásicos El colombiano vio la roja en el histórico clásico de Mendoza por una patada a Gago cuando River ya perdía 3-0. Con la camiseta de Racing también se había hecho expulsar contra Boca e Independiente Venía de un semestre de ensueño tras el que fue elegido como el mejor jugador de América, los hinchas encontraban en él esa pizca de picardía siempre necesaria en los clásicos; cada tanto un lujo con su botín derecho provocaba las risas compinches, los aplausos. Su rebeldía siempre polémica parecía haber quedado atrás pero en cuestión de minutos Teófilo Gutiérrez se colocó, solo, en la mira del mundo River con su expulsión ante Boca el sábado en Mendoza con el partido ya definido y las anteriores expulsiones de dos de sus compañeros. Aquella fue la tercera vez en que el colombiano se hizo expulsar, en su paso por la Argentina, en clásicos adversos.... todo un patrón de conducta.
La primera vez fue en el Torneo Apertura 2011 cuando en el partido Boca-Racing Teo pecheó al árbitro Néstor Pitana luego de que éste no convalidara una jugada en la que el colombiano reclamó penal.
La segunda también fue con la camiseta de Racing pero esta vez en el clásico con Independiente en el Torneo Clausura 2012, partido que el "Rojo" ganó 4-1 y que será recordado como aquel que marcó el final de su carrera en la "Academia" por el incidente con Sebastián Saja en el vestuario en el que el colombiano sacó un arma luego de que el arquero le recriminara su expulsión.
La tercera ocurrió el sábado y es la ya conocida roja que vio ante Boca en el Superclásico de Mendoza que pasará a la historia por el 5-0 que el "Xeneize" le propinó al "Millonario". Cuando el partido estaba 3-0 y River ya había perdido por expulsión a Camilo Mayada y a Carlos Sánchez, el delantero le pegó una patada desde atrás a Fernando Gago ante la atenta mirada del árbitro, quien no dudó en echarlo, decisión que el colombiano ni protestó.
Se sabe, Teófilo Gutiérrez no es un jugador fácil de manejar. Marcelo Gallardo tiene por delante acaso su mayor desafío en lo que va de su carrera como entrenador de River: el de castigar a quienes no han mostrado su compromiso con el grupo sin perder autoridad para enfrentar un año con siete competencias que el club necesita para recuperar un prestigio pisoteado.
Martes, 3 de febrero de 2015
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