FIESTA DEL CHAMAMÉ El Cocomarola se puso de pie para rendir homenaje a Santiago “Bocha” Sheridan El Bocha dejó el alma en el escenario, y tanta entrega fue reconocida por el público, que lo premió con una ovación. La penúltima luna chamamecera estuvo salpicada de músicos cultores del chamamé instrumental, como Rudi y Niní Flores, Gabriel Cocomarola, Pablo Delvalle y Las guitarras de Curuzú. A su turno, el Bocha brindó un espectáculo que fue aclamado por el público. La Sociedad Argentina de Autores y Compositores le entregó el premio Consagración por su presentación en 2014.
La novena y penúltima luna chamamecera fue una velada en la que sobresalieron las presentaciones de los músicos cultores del chamamé instrumental y de exportación, con grandes exponentes como los hermanos Rudi y Niní Flores, el bandoneonista Gabriel Cocomarola, nieto del Taita del chamamé, el bandoneonista y acordeonista Pablo Delvalle, y el cuartero de cuerdas “Las guitarras de Curuzú”, invitados por primera vez a la Fiesta Nacional del Chamame. El plato fuerte de la noche, sin dudas fue la presentación de Santiago “Bocha” Sheridan, quien ya se había presentado exitosamente la noche anterior con “Reencuentro del Reencuentro”. El Bocha, no solo se llevó una ovación del público presente, sino que además fue formalmente distinguido por la emocionante presentación que había tenido el año pasado en la 24º Fiesta Nacional del Chamamé.
Chamamé exquisito Entre las actuaciones destacadas de la noche, sin duda se encuentra la de Gabriel Cocomarola, quien subió al escenario acompañado por Julio Ramírez y los hermanos Samuel y Facundo Rodríguez. El público en el anfiteatro escuchó atento sus interpretaciones de “Una prenda”, de Tránsito Cocomarola, y luego de “En la garúa”. Siguiendo con su número, y tras agradecer al público por el cálido recibimiento, Gabriel llamó a escena al “Santi” Sheridan, para que los acompañara cantando “Mis amores”. Para despedirse, Gabriel Cocomarola agradeció de corazón al público por los aplausos, y se fue con “Cruz del Sur”, de Roque González. Uno de los momentos especiales de la noche fue la actuación de los hermanos Rudi y Niní Flores, cuyo exquisito chamamé instrumental fue ovacionado por el público. Los Flores iniciaron su repertorio recordando algunos de los temas clásicos del chamamé, como “La Calandría” de Isaco Abitbol, “General Madariaga” de Montiel y Abitbol, y el motivo popular de autor anónimo “La Caú”. Promediando su actuación la Asociación Argentina de Intérpretes les entregó un reconocimiento para su padre Avelino Flores, por su trayectoria como intérprete. Ante la ausencia de Avelino, el premio fue recibido por Niní, quien agradeció en nombre de su progenitor. Rudi y Niní Flores dejaron el escenario muy aplaudidos y celebrados por el público. También fue muy bien recibido Pablo Delvalle, quien estuvo acompañado por el talentoso Billy Fernández en el teclado y Joaquín Sheridan en violín. “Muchas gracias por el respeto, expresado con el silencio y con los aplausos”, agradeció Pablo, y aclaró “nosotros apostamos a las composiciones nuestras”. Así, deleitó al anfiteatro con “Invierno del 12”, de su autoría, “Camino al río” de Billy, y “Carta a Tito”, también de su autoría. Su propuesta fue muy aplaudida por el público, que durante la noche, expresó su cariño y respeto por ese chamamé virtuoso e instrumental que se sucedió varias veces durante la velada. Tal fue el caso del cuarteto “Las Guitarras de Curuzú”, conformado por Diego Flores, Sebastián González, Juan Molina y Carlos Villalba, invitados a la fiesta por primera vez. Con gran habilidad, interpretaron “El fusilado”, de Tarragó Ros y Lugo Fernández. “Gere Gere”, de Yayo Cáceres y Aldy Balestra, y “Granja San Antonio”, de Tarragó Ros y angel Guardia. El público quedó muy conforme con su propuesta, y lo premiaron con copiosos aplausos.
Mercosur Durante la noche, también sobresalieron las actuaciones del brasileño Ernesto Fagundes y la cantante paraguaya Myrian Beatriz. El primero, venido desde Porto Alegre, es un especialista en ejecutar el bombo legüero, instrumento que incorpora al chamamé, y es acompañado por dos acordeones y una guitarra. Tras declarar que “no existe América Latina sin la integración”, interpretó “A la abuela Emilia”, de Teresa Parodi, a quien le dedicó el tema “Un canto para Teresa”, compuesto especialmente para ella por ser “una mujer muy importante para la música latinoamericana”, y por quien expresó tener “un cariño muy grande”. Fagundes se despidió con “Merceditas” y el público lo aplaudió con entusiasmo. Similar recibimiento tuvo la cantante paraguaya Myrian Beatriz, una de las grandes exponentes de la polca de ese país. La cantante, que estuvo acompañada por el arpista paraguayo Marcelo Rojas, deleitó a la audiencia con su potente y dulce voz, llevándose muchos aplausos. Finalizó con el clásico “ Paloma Blanca”, y el público la vitoreó en la despedida.
Aclamado y reconocido El número central de la noche fue la actuación de Santiago “Bocha” Sheridan, uno de los cantantes chamameceros más queridos por el público. Acompañado, como desde hace cinco años, por sus hijos Santiago (guitarra y voz) y Pablo Daniel (bajo y voz), Leonardo MartÍn Sena en primera guitarra y el maestro Juan Hipólito Benítez en el bandoneón, abrió su recital con “Nuestro sueño y la distancia” y luego “Rumbando pal Litoral”. También invitó a Miguel Angel Sheridan con quien cantó “Rosa de amor”. Su presentación fue ovacionada de inicio a fin, y acompañada por el baile y los gritos elogiosos de la gente. Cerca del final de su presentación, la Sociedad Argentina de Autores y Compositores le entregó el Premio Consagración, por la impresionante actuación que tuvo sobre el Sosa Coredero en 2014. “Tu talento le da vuelo a la música y al patrimonio cultural argentino”, fueron las palabras que le dedicaron desde Sadaic, mientras el público también lo aclamaba y aplaudía a más no poder. Así, Bocha Sheridan se llevó una vez más todo el cariño de su gente.
Lunes, 26 de enero de 2015
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