BOCA El uruguayo Rolín, fue pedido por Arruabarrena y es el cuarto refuerzo de Boca Finalmente, y luego de tantas penurias, el "Xeneize" tiene a su tan ansiado defensor, que llega para suplir a Juan Forlín. Se trata del jugador nacido en Montevideo hace 25 años y que, hasta hace sólo algunas semanas, era un 'desconocido' para el fútbol argentino. "Le gusta más pegar que comer asado", fue la definición de su representante.
Germán Alexis Rolín Fernández, nacido el 7 de febrero de 1989, es la nueva esperanza de Boca, que buscó con extrema insistencia y todas sus urgencias a cuestas un marcador central que hiciera olvidar rápidamente las salidas de Mariano Echeverría (a Tigre) y Juan Forlín (regresó al fútbol de Qatar). Después de un olvidable 2014 por los rendimientos deportivos, Rodolfo Arruabarrena, que conoce al zaguero en cuestión por su paso como entrenador en Nacional de Uruguay, confía ciegamente en acomodar la última línea con su llegada.
Es cierto que todavía no firmó los papeles correspondientes a su contrato para convertirse oficialmente por un año en la cuarta incorporación del "Xeneize" para este mercado de pases, pero Daniel Angelici admitió que Catania aceptó las condiciones de la oferta para sumarlo a préstamo y en las próximas horas viajará hacia el país para ponerse bajo las órdenes del "Vasco", que espera juntarlo con Daniel Díaz.
Pero... ¿Cómo juega la flamante cara nueva del equipo? Rolín, elegido como mejor jugador del campeonato uruguayo en la temporada 2011/2012, tiene la facilidad de adaptarse a ambas posiciones de la zaga central, aunque habitualmente lo hizo por izquierda a lo largo de su carrera, ya sea en Uruguay o en Italia, donde últimamente no gozó de la continuidad por las recurrentes lesiones (hombro y tobillo).
El "charrúa", que presenta una altura de 1.86 y pesa 77 kilogramos, se caracteriza por su recia marca a los delanteros rivales. Y su representante, con mucho ingenio, dio una definición impensada: "Le gusta más pegar que comer asado". ¿Se adaptará a las exigencias de Boca? Al menos empezó bien con dicha descripción, que se asemeja al estilo de Jorge Bermúdez o Rolando Schiavi, por ejemplo.
Rolín, dueño de una personalidad avasallante, demostró su capacidad de tiempista para salir a desactivar con velocidad y determinación los ataques contrarios por las bandas. Además, el juego aéreo, tanto en ataque como en defensa, forma parte de otra cualidad que lo lanzó a la fama en su país y lo llevó a la Selección Nacional.
En tanto, la disciplina para animarse a salir jugando del fondo representa otra de las variadas cualidades que el futbolista desplegó en Sudamérica y Europa, aunque también deja en claro que no se ruboriza ante la necesidad de despejar la pelota a la tribuna en caso de ser la vía más efectiva para resolver un problema.
Jueves, 15 de enero de 2015
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