TRAS ROBO Córdoba: Nicolás recuperó sus piernas y volverá a caminar Se trata del nene de tres años al que motochorros le habían robado sus prótesis. Para fin de año, la provincia de Córdoba se vio conmovida por la dramática situación de Nicolás Galván, el nene de tres años al que le habían robado sus piernas artificiales. El menor nació sin sus piernas por un problema congénito, por lo que debió recurrir al uso de prótesis ortopédicas para poder caminar. El 31 de diciembre, motochorros robaron al dueño de la ortopedia adonde sus padres habían llevado las prótesis para un ajuste y se las llevaron.
A partir de allí comenzó una campaña liderada por su familia, en la que rogaban a los ladrones que devolvieran las piernas, además de pedir donaciones para mandarlas a hacer a Alemania, el único lugar donde se fabrican. El hecho ocurrió luego de que el padre llevara las piernas para que las arreglaran. Cuando salía de la ortopedia se las robaron del auto al dueño del negocio.
"En Alemania el dueño de la fábrica se enteró de nuestra situación y decidió que deberíamos recibirlas con urgencia", contó María, la mamá de Nico. En diálogo con el diario Día a Día, explicó que normalmente las prótesis Ottobock demoran entre seis y nueve meses en llegar. "Cada una es personal. Es única, por eso son tan caras y complicadas de hacer", señaló, mientras que con una indisimulable sonrisa remarcó: "Éstas son de él y para él, por eso desde que llegaron no para de andar, jugar y divertirse".
En declaraciones a un programa de canal El Doce, de Córdoba, Alejandro Galván, el padre de Nicolás, afirmó: "Le agradezco a la ortopedia y al técnico José, que vino a armarle toda la prótesis para que mi hijo vuelva a andar". "La verdad es que muy contento, sin palabras", manifestó el padre, emocionado. "Tengo ganas de salir corriendo a decirle a todo el mundo. Estoy muy chocho", se descargó. Y aclaró: "Esto pudo hacerse posible gracias a la difusión".
Su hermano Gabriel de 9 años contó a manera de broma: "Ahora con las prótesis puestas volvió a darnos patadas". "No puedo describir mi alegría, es que hacía días que pedía poder caminar", dijo su abuela, quien agregó: "Es un niño tan bueno que se merece poder disfrutar".
Miércoles, 14 de enero de 2015
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