NARCOTRÁFICO Santa Fe: narcos planeaban asesinar a un juez y a un fiscal Un traficante y un ex policía, ambos detenidos, elaboraban un plan para matar a Carlos Vienna y Guillermo Camporini. Los descubrieron por escuchas telefónicas El juez y el fiscal que iban a ser asesinados. El juez y el fiscal que iban a ser asesinados. Crédito: La Capital "Nunca pasó en la historia de Santa Fe que mataran a un fiscal o a un juez. Hasta que no pase todo va a seguir igual. Los dueños del poder son los jueces y los fiscales porque nunca les pasó nada", dice Germán Almirón, un policía santafesino preso por facilitar la fuga de un narcotraficante vinculado a la banda de Los Monos, desde su celda en la Jefatura de Policía.
Del otro lado del teléfono está César Treves, un narco procesado por un asesinato y por transportar dos kilos de pasta base y unos 20 litros de acetona, materia prima y precursor químico para la fabricación de cocaína.
Las escuchas pertenecen a una causa por tráfico de drogas a cargo del juez federal Carlos Vera Barros. Fue él quien avisó al fiscal general de la provincia, Julio de Olazábal, que dos detenidos planeaban asesinar al juez Juan Carlos Vienna y al fiscal Guillermo Camporini, quienes encabezan distintas investigaciones vinculadas a la batalla entre traficantes que sacude a Santa Fe.
Recientemente, Vienna procesó a un importante número de traficantes vinculados a Los Monos.
En dos oficios (1106 y 1140), Vera Barros anuncia a Olazábal que por los diálogos entre el ex policía y el narco se podía inferir que estaban "en plena elaboración un plan para atentar contra la integridad física y/o vida de funcionarios judiciales y/o jueces y/o fiscales", según informa La Capital.
Vera Barros tenía intervenido el teléfono del ex policía Almirón, presuntamente vinculado con la banda de Reina Quevedo, cuyos integrantes fueron detenidos en Metán, Salta, el 8 de febrero, con 80 kilos de cocaína.
De esa forma, el juez pudo determinar que el narco Treves quería venganza porque colaboró en la Causa Monos, como se conoce a la investigación sobre la familia que maneja gran parte de la venta y distribución de estupefacientes en Rosario, y, pese a eso, no obtuvo el beneficio de la libertad condicional.
"Lo único que te pido es que me consigas dónde vive, dónde vive nada más, y el auto que tiene, que después yo me encargo", pide Treves a Almirón. "Esta gente no sabe de las cosas que pueden llegar a pasar", finaliza.
Sábado, 22 de marzo de 2014
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