EN SEIS SEMANAS El ejército iraquí debe aprender cómo derrotar al Estado Islámico Estados Unidos y sus aliados lanzaron un programa de formación "exprés" destinado a entrenar a las fuerzas armadas de Irak, que se vieron sobrepasadas en junio durante la ofensiva yihadista
El ejército estadounidense, que participó entre 2003 y 2011 en una guerra costosa en Irak, dirige desde septiembre una coalición internacional para expulsar al grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) de los territorios conquistados en el oeste y en el centro de Irak.
Además del apoyo aéreo, los miembros de la coalición han ofrecido formar y asesorar al ejército iraquí, por lo que cerca de 2.000 soldados estadounidenses han sido desplegados en el país para ese fin.
En Taji, una importante base al norte de Bagdad, 180 soldados norteamericanos (que serán 300 al final) ya han iniciado el entrenamiento de un nutrido grupo de soldados iraquíes. Cinco centros serán utilizados para ese fin.
"De aquí a mediados de febrero, el primer grupo habrá terminado", afirmó el general Dana Pittard. Después "cada seis u ocho semanas habrá 5.000 nuevos soldados formados", añadió.
Los entrenamientos están dirigidos a inculcar "las bases necesarias del contraataque" frente al ISIS, explicó el general. "Lo que importa, es formar unas fuerzas de combate seguras de sí mismas y competentes", dijo.
Se trata del ejército que en junio se vio superado por los extremistas, que se hicieron con el control de extensos territorios del país frente a unas tropas que huyeron en desbandada, abandonando vehículos, armamento e incluso uniformes frente al avance fulgurante de los yihadistas.
Con el apoyo de la coalición, las fuerzas iraquíes han logrado varias victorias en las últimas semanas frente al ISIS.
"¿Por qué huyeron los soldados iraquíes? Yo creo que no confiaban en sus altos mandos", especialmente en Mosul, sostiene el general Paul Funk, en referencia a la segunda ciudad de Irak que cayó rápidamente en manos de los yihadistas.
Para superar ese problema, los estadounidenses dedicarán varias sesiones al liderazgo militar, "calcado del proceso de toma de decisiones en el ejército estadounidense", explicó el militar. Estados Unidos ha gastado mucho en el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas iraquíes desde 2003, pero esa ayuda se ha reducido desde la salida de las tropas norteamericanas del país.
Los soldados estadounidenses consideran que el ejército iraquí no ha tenido el entrenamiento necesario para mantener sus capacidades y esto, combinado con un poder minado por las divisiones en el mando, contribuyó en gran medida a la debacle frente al ISIS.
La experiencia adquirida por los extremistas en la guerra de siria jugó asimismo a su favor durante la ofensiva en Irak.
Tras su salida del país en 2011, Estados Unidos pretendía dejar una reserva de varios miles de soldados para asegurar la formación de los iraquíes, pero Bagdad rechazó la oferta por la inmunidad de la que gozan las tropas norteamericanas.
Solo una fuerza residual de varios militares y numerosos contratistas se quedaron bajo la autoridad de la embajada en Bagdad.
En la actualidad, una treintena de formadores iraquíes y norteamericanos se encargan del entrenamiento de cuatro batallones de soldados recientemente reclutados, que ya fueron formados durante tres meses con el ejército iraquí.
"Me habría gustado que tuviéramos más tiempo con ellos, que pudiéramos consagrar meses para que alcancen los objetivos", lamenta el responsable Robert Keith, quien cree que, pese a todo, los iraquíes conseguirán sus fines "si cooperan con las fuerzas de la coalición".
El entrenamiento empieza con formaciones individuales adaptadas a la realidad del terreno, explica el teniente coronel Scott Allen.
Los soldados iraquíes "van a combatir en un entorno urbano y van a llevar a cabo una ofensiva, así que esas son las cosas para las que los preparamos", señaló.
"Deben sacar partido a esta oportunidad, porque quizá sea la última. Les hace falta hacerse cargo de la situación y avanzar", concluyó.
Jueves, 1 de enero de 2015
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