... |
|
FÚTBOL ARGENTINO Barras: los sucesos que marcaron el año de la peor faceta del fútbol Cruces entre facciones, enfrentamientos entre hinchadas, viajes de barrabravas al Mundial de Brasil y más de diez muertos fueron el saldo de un año turbulento y sin soluciones para una seria cuestión A pesar que desde el año 2013 está prohibida la asistencia de hinchas visitantes a los estadios de fútbol en la Argentina, la medida parece no haber tenido los resultados esperados por las autoridades. Por esa misma época, el Gobierno había anunciado la puesta en marcha del AFA Plus, un sistema de identificación para todos los espectadores. Esa idea pronto naufragaría y se sumaría a una larga lista de fracasos que posibilitan que la violencia en el fútbol siga siendo una de la mayores problemáticas que aquejan al país.
Durante el 2014 la violencia no cesó y los episodios con barrabravas involucradas fueron moneda corriente. Incluso, se acrecentaron los choques entre hinchas rivales y entre distintas facciones de una misma barra. Estos acontecimientos dejaron unos 15 muertos y decenas de heridos.
Una de las escenas más violentas dentro de un estadio se registró en el mes de marzo en la cancha de Quilmes, durante un cruce de dos facciones rivales de la barra en la previa del duelo ante All Boys. El duro cruce finalizó con ocho heridos, entre ellos un integrante de la hinchada apuñalado. Sin embargo, el partido se jugó normalmente y solo se despejó la cabecera donde se había producido minutos antes la sangrienta gresca.
Por esos días también se produjo la primera muerte del año en el marco de un espectáculo deportivo. Lucas Carrasco, un hincha de Independiente Rivadavia, falleció luego de recibir un botellazo en la cabeza en el marco de un enfrentamiento entre hinchas de la "Lepra" y la policía.
En la primera parte del 2014, clubes como Banfield o Almirante Brown también se vieron marcados por la violencia, ya sea por enfrentamientos entre distintas agrupaciones que pelean por el control en el seno de la barrabrava o por cruces con las fuerzas de seguridad. En tanto, la hinchada de Independiente, con Pablo "Bebote" Álvarez a la cabeza, realizó una marcha para celebrar el día que Javier Cantero presentó su renuncia como presidente del club.
Las hinchadas argentinas no tuvieron exclusividad en este tipo de hechos. En abril, Luis Diego Areiza, un colombiano de 25 años, murió luego de ser apuñalado en una pelea entre integrantes de la barra de Atlético Nacional de Medellín, cuando el equipo llegó a Rosario para jugar por la Copa Libertadores ante Newell's Old Boys.
Días antes del inicio del Mundial comenzaron las dudas respecto a qué pasaría con los barrabravas durante la cita en Brasil. Luego del antecedente de la presencia de integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), una agrupación de violentos de distintos clubes, durante la Copa de Sudáfrica en el 2010, los funcionarios argentinos temieron por lo que podría llegar a suceder en el país vecino e intentaron colaborar enviando información y antecedentes de todas las personas con derecho de admisión, el cual les prohíbe ingresar a los estadios locales.
A pesar de las idas y venidas en la Justicia, finalmente se envió el detalle de los violentos a Brasil y el Gobierno mandó funcionarios de Seguridad locales para colaborar con las autoridades brasileñas. Sin embargo, eso no impidió que decenas de barras salieran del país y llegaran hasta la sede del Mundial. Casi 40 argentinos fueron deportados durante el tiempo que duró el mayor evento deportivo del 2014.
El caso paradigmático fue el de "Bebote" Álvarez, quien pudo asistir disfrazado a varios de los partidos que la selección argentina disputó en Brasil. Finalmente, fue capturado durante el encuentro de cuartos de final ante Bélgica en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, y, posteriormente, deportado. Al llegar al país, en una insólita conferencia de prensa, "Bebote" disparó contra el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y amenazó con volver al Mundial para ver la final que el equipo de Alejandro Sabella disputaría ante Alemania.
Ya en el segundo tramo del 2014, recrudecieron las luchas entre facciones de una misma barrabrava por el control del dinero y los negocios. Un enfrentamiento entre miembros de la agrupación "Las antenas" y de "Los perales" de Nueva Chicago en la previa de un encuentro ante Guaraní Antonio Franco en Mataderos finalizó con la muerte por un balazo de un joven de unos 20 años.
La hinchada de Huracán también dio la nota al "visitar" al plantel y amenazar a los jugadores por el mal momento que transitaba el equipo el equipo (que luego se consagraría Campeón de la Copa Argentina y que conseguiría el ascenso a Primera División), mientras que dos facciones de la barrabrava de Unión de Santa Fe se enfrentaron a los tiros en un episodio que dejó un saldo de un herido y 13 detenidos.
Pero las muertes no iban a cesar sobre el final del año y en noviembre se iba a vivir una semana fatal. Un hincha de Almirante Brown murió producto de un balazo en el marco de una interna en la previa del partido que "La Fragata" debía jugar ante Estudiantes Caseros. Cuatro días más tarde, una feroz pelea entre las barrabravas de Dock Sud y San Telmo culminaría con dos muertos por disparos y dos heridos graves. Horas después, un hombre moriría en un cruce entre agrupaciones de la hinchada de Ituzaingó.
Los dos clubes más grandes de la Argentina tampoco estarían exentos de lamentables hechos. La interna en "La 12" recrudeció luego de que Mauro Martín y varios de sus laderos fueran absueltos en una causa por homicidio y recuperaran la libertad. En ese marco, hubo varios episodios, incluso cruces con disparos, que dejaron en claro que su agrupación está dispuesta a pelear por el poder con la actual conducción de la hinchada de Boca, liderada por "Fido" Debaux. En River, la pelea más fuerte se dio en la previa del duelo de vuelta por las semifinales de la Copa Sudamericana ante "El Xeneize" cuando miembros de la barra disidente ingresaron a la confitería del club y, con palos y armas blancas, atacaron a los líderes de la hinchada "oficial". Como consecuencia de ese acto, "Caverna" Godoy, uno de los cabecillas de "Los Borrachos del Tablón", fue apuñalado. Eso no impidió que, una semana más tarde, pudiera viajar a Medellín para presenciar la final ante Atlético Nacional, aunque fue capturdo y deportado en el aeropuerto de la ciudad colombiana.
La tregua no iba a llegar ni siquiera en la última semana del 2014. En un asado de fin de año organizado por una facción de la barra de Berazategui, integrantes de la agrupación rival llegaron en moto y comenzaron a disparar para, finalmente, asesinar a Diego "Kity" Villa. En tanto, la interna de la barra de Lanús se cobraría la vida de José Fabián "El Gallego Popey" Fernández, un ex líder de la hinchada de Independiente que hasta trabajaba como utilero en el club "Rojo". Al parecer, el yerno de Fernández había estado involucrado en un ataque contra el líder de la agrupación disidente de la hinchada del "Granate" y todo terminaría en un confuso episodio en el cual "El Gallego Popey" fue baleado.
Ezequiel Castagnari (asesinado por un vecino por gritar un gol de River), Gonzalo Rodríguez (perdió la vida en una interna de la barra de Sarmiento de Resistencia), Martín Acosta y Lautaro Bova (asesinados por festejar un triunfo de Rosario Central en el clásico ante Newell's), son otros nombres que engrosan la penosa lista de muertos en el fútbol argentino. Una nómina que, lamentablemente, en el año 2014 no paró de crecer.
Miércoles, 31 de diciembre de 2014
|
|
... |
|
Volver |
|
|
|